Carlos de Torres / Digne les Bains

Oscar Freire (Rabobank), el triple campeón mundial que lleva el maillot verde de la regularidad del Tour, fue el más grande en el esprint de la decimocuarta etapa disputada entre Nimes y Digne les Bains, de 194,5 kilómetros, en la que logró la tercera victoria española de la presente edición.

Freire, de 32 años, aprovechó la ausencia del británico Cavendish, el de las cuatro victorias, quien se quedó clavado en una cota cercana de cuarta categoría, para colocarse entre los grandes y aparecer en el momento oportuno para lanzar un ataque fulminante que le permitió celebrar, brazos en alto, su cuarta etapa en la "grande boucle".

El ciclista cántabro llenó la meta de verde esperanza con un tiempo de 4h.13.09, por delante del colombiano Leonardo Duque (Cofidis) y del ilustre alemán de 37 años Erik Zabel (Milram). A la enésima fue la vencida y Freire recobró la sonrisa en las puertas de los Alpes, la víspera de la visita a Italia.

La etapa, muy rápida, con 52 kilómetros cubiertos en la primera hora, se disputó bajo un sol abrasador y con el respeto debido a la víspera de una jornada de montaña con el final en alto de Prato Nevoso. Aunque los esprinters pensaban otra cosa.

No hubo cambios en la general y el australiano Cadel Evans (Silence) mantuvo el maillot amarillo con un segundo sobre el luxemburgués Frank Schleck (CSC) y 38 respecto al estadounidense Vandevelde (Garmin). El ruso Menchov y el español Carlos Sastre entrarán en Italia a 57 segundos y 1.28 del líder.

La media final de 46 kms/hora indica el ritmo que adquirió la carrera desde el banderazo de salida. Nada de descanso para nadie, que luego llega la montaña. En el kilómetro 35 salieron del pelotón 20 corredores, de donde salió la escapada más significativa de la jornada.

El español Iván Gutierrez (Caisse D'Epargne), cuatro veces campeón nacional contrarreloj y una en ruta, se ganó el premio de la combatividad. Se metió en una fuga de cuatro junto a los franceses William Bonnet (Credit Agricole) y Sandy Casar (Francaise) y el holandés Bram Tankink (Rabobank). El cuarteto llegó a disfrutar de 6 minutos de ventaja, pero los equipos de los esprinters espabilaron para echar abajo la aventura. Gutiérrez trató de esfumarse en solitario con 30 kilómetros hasta meta, en un ejercicio de contrarrelojista, pero sin suerte alguna, ya que fue alcanzado a falta de 10. Todo estaba servido para una llegada masiva en la que Freire aprovechó la ausencia de Cavendish.