El aeropuerto de Peinador recibió ayer al jet privado del empresario italiano Flavio Briatore. La aeronave trasladó al director de Renault y a su socio Alejandro Agag a Vigo desde Alemania, donde presenciaron los entrenamientos de Fórmula 1 en el circuito de Hockenheim.

El avión, que realizó una parada en Austria, tiene capacidad para diez pasajeros más dos tripulantes. Tiene una autonomía de vuelo de unos 7.500 kilómetros, y podría recorrer las rutas que unen Amsterdam y New York o Riga y Nairobi sin la necesidad de repostar.

El Bombardier Challenger 605 alcanza una altura en vuelo de unos 41.000 pies, el equivalente a 12 kilómetros, y puede desarrollar una velocidad máxima de 470 nudos, unos 870 km/h.

Su precio de venta al público según las tarifas de la empresa del pasado año rondaría los 26 millones de dólares. Además, si alguien está interesado en adquirir un modelo similar tendrá que tomárselo con calma. Para comprar un jet como el de Briatore, además de ser multimillonario es preciso aguardar una lista de espera de más de un año.