El presidente del FC Barcelona, Joan Laporta, se mostró ayer emocionado durante un acto de apoyo a su continuidad y del resto de la actual directiva en que participaron personas de diferentes ámbitos de la sociedad catalana. En él pidió disculpas a sus compañeros de junta por haberles podido "perjudicar" por la imagen que ha ofrecido en algunos momentos.

El acto reunió a diversas personalidades en un hotel barcelonés a dos días de la votación de la moción de censura, que decidirá la continuidad o no de la junta de Laporta, y el presidente llegó a emocionarse al excusarse por haber "perjudicado" en algunos momentos a sus compañeros de junta por la imagen que ha dado.

Laporta afirmó que los promotores de la moción de censura han aprovechado el momento de "más debilidad" que ha tenido el club para promover esta iniciativa y lamentó la campaña de desprestigio que dice haber sufrido, la cual atribuye al ex vicepresidente deportivo del club Sandro Rosell y a Oriol Giralt, el socio que presentó la solicitud de la moción.

"Me sabe muy mal la campaña de desprestigio, y que posiblemente el motivo sea que querían un presidente del Barça que fuera impersonal, que no manifestara ni sus ideas, ni sus sentimientos ni emociones, y yo y mis compañeros de junta lo hemos hecho", concluyó el dirigente azulgrana.