Los ex futbolistas gallegos que en alguna ocasión durante sus carreras vistieron la zamarra española festejaron ayer con un júbilo especial el título logrado en Viena. Una hazaña que los reconcilia con los fracasos que ellos padecieron y que a la vez eleva de categoría su experiencia. Jugaron en un combinado que ya puede presumir de ser doble campeón continental.

"Estoy emocionado", confiesa Tomé. "Es una noche histórica". El moañés recuerda que "España salió con dudas y algo de miedo al campo, pero desde el minuto 13 se ha comportado con mucho oficio. De hecho, el resultado me ha parecido corto y eso es lo único que ha dado emoción al partido. Alemania sólo buscaba las segundas jugadas, pero es un rival del que tienes que estar pendiente hasta el último segundo. El centro del campo ha desarrollado un fútbol muy vistoso, Torres ha realizado un gran trabajo y la defensa ha estado segura".

"Creo que todos debemos sentirnos orgullosos. Por primera vez en muchos años, Luis consiguió hacer de la selección un equipo", prosigue. "Y ahora se va por la puerta grande. Vendrá otro, pero él ha sucedido a Villalonga (campeón en 1964) y Miera, que consiguió el oro olímpico y se fue sin que nadie lo valorase".

Otro ex azulgrana gallego, también céltico, Quique Costas, publica su "gran alegría. Había que tener cuidado con Alemania pero quitando los agobios del arranque, España ha sido una campeona muy merecida. Ha puesto más ganas, más intensidad". El vigués incide en que "el equipo español ha sido superior a Alemania, que es una selección con tres títulos europeos y tres mundiales. Debieron conseguir más goles. Me hubiera gustado especialmente que hubiesen marcado Xavi y Senna para refrendar la gran Eurocopa que han hecho".

Jiménez, gallego y mito del Sporting, suspira con alivio: "El fútbol fue justo por una vez. España merece ser campeona sin discusión". Resalta sobre todo que el equipo "fue fiel a su estilo. Han sido coherentes, porque esa forma de jugar les había llevado hasta la final. Es el triunfo de la calidad".