Si Villa no se hubiese roto la decisión de repetir el once que ha llevado a España a la final de la Eurocopa estaría ya tomada. Pero ayer se confirmó lo que se intuía y es que el delantero asturiano sufre una pequeña rotura de fibras que le aparta del apasionante duelo ante Alemania. Por la mañana corrió el rumor de que la lesión era mucho menor de lo que los médicos se imaginaban en un principio y que todavía existía alguna esperanza. Pero por la tarde llegaron nuevas pruebas médicas y la confirmación.

Luis Aragonés debe decidir ahora de cara a la cita con la historia de España entre apostar por Cesc Fábregas o Dani Güiza, una vez confirmada la baja por lesión de David Villa. La microrrotura fibrilar impedirá a Villa disputar la final y abre un abanico de opciones a Luis Aragonés, que debe encontrar en las próximas 24 horas un sustituto.

Dependerá del sistema que desee utilizar tras estudiar las características de Alemania. Será Cesc Fábregas el elegido si regresa al 4-1-4-1, clave del éxito en la clasificación para la Eurocopa y en la segunda parte de la semifinal ante Rusia.

O el elegido puede ser Dani Güiza, en caso de que Aragonés desee salir de inicio con dos delanteros, con un 4-4-2, para acompañar en el ataque a Fernando Torres en la lucha con la defensa dura germana.

Cesc ha ido a más en el campeonato. Llegó a la Eurocopa más bajo físicamente que sus compañeros, tras superar una lesión muscular, pero con los minutos que ha disputado se ha ido sintiendo mejor hasta acabar siendo uno de los protagonistas del triunfo en semifinales, dando dos asistencias de gol. Ha disputado hasta el momento 275 minutos, participando en los cinco partidos que ha jugado España en la Eurocopa.

Güiza ha jugado menos, 147 minutos, en tres partidos, los últimos frente a Grecia, Italia en cuartos y Rusia en semifinales. Los ha aprovechado para marcar dos goles y aspirar a ser titular en la gran final, aprovechando la ausencia de Villa, el máximo goleador de la Eurocopa. Si se observa el rendimiento que ha ofrecido España en esta Eurocopa todo hace pensar que Luis depositará su confianza en Cesc Fábregas y que eso le permitirá volver a utilizar a Güiza como revulsivo a lo largo del partido, un papel en el que se maneja de forma perfecta.

La duda quedará resuelta hoy después de que España vuelva a los entrenamientos. Ayer sólo trabajó por la mañana de forma suave y por la tarde Aragonés le concedió descanso a sus jugadores para que disfrutaran de la compañía de sus familias.