El tricampéon del mundo contó que sufría unas molestias en el tendón que eran parecidas a las que padeció en otra Vuelta a Suiza y en la Vuelta a España, pero que decidió dejar la carrera el penúltimo día porque no quería que este problema mermara su potencial de cara al Tour de Francia.

"Hoy ya casi no me duele, y creo que descansando un par de días, se me habrá pasado todo, no voy a tener ningún problema para el Tour", comentó Freire en Biciclismo.

El cántabro declaró que si en vez de en la Vuelta a Suiza hubiera estado en el Tour de Francia, habría seguido, pero tanto su equipo como él tienen claro que la gran ronda francesa es donde el cántabro debe darlo todo e intentar vencer al australiano Robbie McEwen.

"Con McEwen he corrido este año varias veces y nunca le había visto en los esprints. Ahora sí, tiene experiencia y un buen equipo que le arropa así que será uno de los rivales más peligrosos en el Tour, eso seguro", afirmó Óscar.

Por eso, Freire decidió bajarse de la bicicleta antes de concluir la Vuelta a Suiza, a pesar de que ganó la primera etapa y vestía el maillot de líder de los puntos, pues así tendrá unos días para recuperarse y evitar que esta dolencia reaparezca en el Tour, uno de los momentos cruciales de su temporada.