El Celta presentó ayer a su sexto entrenador en dos años, Pepe Murcia (Córdoba, 1964), que firma por una temporada, con otra opcional si el cuadro celeste asciende a Primera División, y llega a Vigo con equipo propio: Ricardo Pozo, Ricar, que será su segundo de abordo, y Julio Ortega, nuevo preparador físico.

En su puesta de largo,Murcia, eludió pronunciar la palabra ascenso, prometió trabajo para iniciar la competición en buenas condiciones y afirmó que la inminente entrada del Celta en un proceso concursal no ha influido en su decisión de firmar por equipo de Vigo. “No ha afectado para nada en mi decisión. Para mí, lo importante es que el Celta me quisiese y que el deseo fuese recíproco. Ni el tiempo ni la situación del Celta ha tenido nada que ver”, afirmó Murcia, que tenía contrato en vigor con el Castellón y ha tenido que costear su libertad de su propio bolsillo.

“Dejar el Castellón no me ha costado, a pesar de que en los seis meses que he estado allí he hecho grandes amigos. Han sido seis meses en los que creo que hemos hecho un buen trabajo y en los que la plantilla se involucró para salir de la situación en que estábamos”, explicó. Y agregó: “La vida de los entrenadores tiene ruedas sin maletas. Y la despedida de Castellón no ha sido más dura que la de cualquier otro club [en los que ha estado]”. Murcia recordó que el banquillo del Celta sigue siendo atractivo para un buen número de técnicos españoles, independientemente de su situación puntual.

“Es un reto que, si se lo preguntan a un número importante de entrenadores españoles, seguramente lo habrían aceptado. Si no estuviese Pepe Murcia y hubiese otro técnico, contestaría igual que yo, independientemente de la situación del Celta o de si ha vivido un año más o menos convulso.

El Celta es un equipo con prestigio en Galicia, en España y el mundo del fútbol”, subrayó. Ramón Martínez, director deportivo celeste, que presentó a Murcia acompañado del consejero Antonio Rosendo —Carlos Mouriño estuvo presente en el acto, pero guardó silencio y se mantuvo en un discreto segundo plano—, abundó en los motivos que han llevado al Celta a contratar al técnico. “Hemos contratado a Pepe Murcia porque pensamos que es la persona idónea para dirigir al Celta”, anunció el responsable de la política de fichajes del club vigués, que precisó: “Por el trabajo que ha desempeñado en el Atlético de Madrid, el Xerez y el Castellón pensamos que ha adquirido la cota de experiencia necesaria para acometer el reto que tenemos la próxima temporada al frente del Celta”.

Martínez no concretó si ese reto era el ascenso o si el club inicia la competición con expectativas más modestas. Finalmente, el director deportivo del Celta, describió las virtudes de Murcia como técnico: “Es un entrenador joven, con orden, con método y sobre todo con ilusión y hambre de triunfos, que es lo que nosotros estamos buscando”. A la hora de hablar de objetivos, el nuevo técnico del Celta, se mostró más bien esquivo: “En primer lugar, aterrizar, buscar casa y empezar a trabajar.

Una vez que tengamos los mimbres dentro de nuestras posibilidades el objetivo es muy claro: el día 31 de agosto comenzar a competir. Cuando un equipo compite, siempre está más cerca de conseguir algo positivo.A partir de ahí, segunda jornada, tercera, cuarta quinta…En el mundo del fútbol no hay otra cosa”. Exigencia Preguntado sobre la exigencia del reto, Murcia se mostró sumamente prudente. “Tengo muy claro que la exigencia que el club vaya a tener para el grupo que voy a manejar va a partir del club.

Otra cosa será la ambición que, desde el punto de vista social, cultural deportivo pueda tener la afición y la ciudad. Habrá que respetarla y tratar de agradarla pero habrá que partir de una perspectiva realista y ustedes ya saben por experiencia cómo es la Segunda División. Tenemos que ser cautos porque con cautela se consiguen más cosas. Lo primero es ponerme a trabajar codo con codo con Ramón Martínez y el cuerpo técnico y saber de qué plantilla vamos a disponer”, dijo. El preparador cordobés no consideró, en todo caso, un problema que el Celta tenga que construir prácticamente de cero un nuevo equipo este verano.“Eso el tiempo lo dirá. Es un arma de doble filo.

A veces supone un gran hándicap y otras una gran ventaja. Pero eso, a día de hoy, ni yo ni creo que Rappel podemos saberlo. Lo que sí sabemos es que tenemos que hacer nuestro trabajo”, observó. El técnico anunció que sólo hablará de fichajes y de posibles bajas “de puertas adentro”, aunque sí avanzó que espera contar con un plantel equilibrado. “Una vez tengamos el perfil de la plantilla, podemos decir qué podemos hacer, pero creo que todo el mundo busca equilibrio, en el fútbol y en la vida misma”, declaró.