España ha ganado dos de sus tres partidos en esta Eurocopa, frente a Rusia (4-1) y Suiza (2-1), habiendo corrido sus jugadores menos metros que los del rival, algo que ha ocurrido en otros cinco encuentros más, dos con la presencia de Alemania, y uno en el caso de Portugal, Holanda y Croacia.

Aunque en el caso de España sea una excepción y se puede aplicar aquella máxima de Johan Cruyff: "Correr es de cobardes", en general, los equipos que acumulan más kilómetros durante los partidos son los que suelen llevarse la victoria, eso ha ocurrido en 14 de los 24 partidos jugados.

En el caso de España, el único partido en el que sus futbolistas corrieron más que el rival fue en el último enfrentamiento ante Grecia, donde al alinear a teóricos jugadores suplentes, la hipermotivación les llevó a realizar más gasto físico.

Los datos de todos los partidos, accesibles desde la página electrónica de la UEFA, se obtienen a partir del uso de una empresa sueca (TRACAB), que trabaja con tecnología para el posicionamiento en tiempo real de todos los elementos de un partido de fútbol, mediante la instalación de 16 cámaras de televisión.

En general, de los 24 partidos de la primera fase; 14 fueron ganados por los equipos que acumularon más distancia, 7 por los que menos corrieron, en una demostración de calidad técnica, y en los tres partidos que se resolvieron en empate, los datos de los dos equipos fueron muy parejos.

Estadísticamente, los jugadores recorren unos 10 kilómetros de media por encuentro, y excepcionalmente superan los 12, en el caso de los centrocampistas.

El caso de España es paradigmático. Dos de sus tres partidos, los ganó con menos gasto de sus jugadores. Ante Rusia, los de Luis Aragonés golearon (4-1) tras recorrer 3 kilómetros menos que los futbolistas de Guus Hiddink (109-112). Dos centrocampistas Xavi Hernández y Marcos Senna fueron los que más corrieron.

Frente a Suecia (2-1) se repitió la misma tendencia. Los españoles corrieron tres kilómetros menos (111-114). Sergio Ramos y Silva fueron los que más gasto energético realizaron, algo más que Villa, Capdevila y Senna.

Contra Grecia, se invirtieron los términos. El hecho de jugar con suplentes motivó seguramente el cambio de tendencia. Cesc Fábregas fue el más kilómetros corrió (12), por delante de De la Red y Xabi Alonso (11).

La mayor diferencia de kilómetros en un partido se produjo en el Grecia-Suecia (101 a 110), un dato que podría interpretarse como si los suecos hubieran jugado con uno más durante todo el partido o simplemente por la táctica ultradefensiva del equipo heleno.

Otro dato curioso que se obtiene con el análisis de estos resultados es que en la mayoría de partidos, los equipos corrieron más en la segunda partes que en las primeras, cuando se podía pensar que en las segundas partes no se acumulaba más distancia que en las primeras.

Otra conclusión que se extrae es que si un equipo acumula más distancia que su rival, es muy difícil que durante el partido le dé la vuelta a la situación en cuanto a esfuerzo.

El rival de España en cuartos, Italia, 'perdió' sus dos partidos en distancias contra Holanda y Rumanía. El primer partido lo perdió claramente (3-0) y el segundo lo empató (1-1). Frente a Francia, ganó el partido y también en distancia recorrida, pero en este parámetro fue por la expulsión de Abidal en el minuto 24.

Sobreponerse a una expulsión supone un esfuerzo máximo de todo el equipo y Francia no pudo imponerse al ritmo italiano. Karim Benzema sustituyó al lesionado Ribéry para ser el jugador que acumuló más trabajo en ese partido.

El cambio de planteamiento de Holanda se refleja en sus estadísticas. Ha ganado sus tres partidos en el marcador y dos en las distancias: contra Italia y frente a Francia.