Las selección de Rumanía, inicialmente considerada la cenicienta del denominado Grupo de la 'muerte', el C, está a un paso de dar la primera campanada de la Eurocopa, ya que depende de sí misma para meterse en cuartos y dejar fuera a dos de las grandes favoritas, Italia y Francia, que deben ganar y esperar.

La solvencia de Holanda, que arrolló en su estreno a la vigente campeona del Mundo (Italia, 3-0) y se impuso con igual contundencia (4-1) a Francia, finalista en Alemania 2006, catapultándose a cuartos con seis puntos y siete goles a favor, dejó contra las cuerdas a los dos equipos destinados a clasificarse en el grupo.

Así, Holanda, que ya no tiene nada que perder, tiene en su mano el destino de Italia y Francia y, aunque no se debe hablar de que los de Van Basten puedan dejarse ganar por Rumanía, lo cierto es que un tropiezo, que no les importunaría a ellos, les permitiría quitarse de encima a dos de las grandes candidatas al título final.

Con seis puntos en su haber, y la gran solidez que están demostrando, parece complicado pensar en una derrota de la 'oranje', pero Rumanía, además de jugársela y contar por ello, con un punto extra de motivación, también ha hecho hasta ahora sus deberes, sumando sendos empates ante galos (0-0) y transalpinos (1-1).

El empate conseguido ante Italia puede resultar definitivo, ya que permite a los rumanos depender de sí mismos y saber que ganando estarán en cuartos, protagonizando una gesta impensable hace una semana, y que la tuvieron cerca ante la 'azzurra' si Mutu no hubiese fallado un penalti. Incluso podría servirles un empate si en su afán de sumar la victoria franceses e italianos firman tablas. La derrota sólo les favorecería si es menor de tres goles, y siempre contando con el empate en el otro partido del grupo.

Pensar en la relajación de los holandeses es inevitable, y el triunfo rumano no sería descabellado. A los de Piturca les bastaría con un triunfo por la mínima para lograr el pase a cuartos.