El Celta ya tiene entrenador oficial, aunque el anuncio por parte del club seguramente se demorará hasta que concluya la temporada. Pepe Murcia firmó ayer el contrato que le vincula a la entidad celeste por un ejercicio, con opción a otro. La llegada del andaluz, unida a la de fichajes como los de Trashorras y Noguerol, permitirá que los celestes avancen en la construcción de su proyecto deportivo pese a que la entrada en el proceso concursal atraiga todas las miradas. Queda por saber qué sucederá con la cláusula de rescisión del preparador, que el Castellón fija en 150.000 euros y que en Praza de España no tienen intención de pagar.

Pepe Murcia habló en Castellón y confirmó en rueda de prensa que no continuará como entrenador del club levantino la próxima temporada, aduciendo motivos personales para tomar esta decisión, aunque se había ganado su renovación automática por la posición que ocupa el equipo en el campeonato liguero.

El técnico, que llegó al club el pasado diciembre en sustitución de Pepe Moré, quiso restar importancia a su decisión ya que aseguró que los entrenadores "somos aves de paso" y agradeció a la entidad el comportamiento que ha tenido hacia su persona.

"Estoy muy agradecido al club, a los jugadores y a los trabajadores. Me han tratado muy bien", afirmó el preparador, quien prefirió no desvelar las motivaciones que le han llevado a abandonar el Castellón.

"Es una decisión que forma parte de la intimidad. Hay razones importantes para mí para tomarla. Este tipo de decisiones no se toman a lo loco. Esta decisión está argumentada", concluyó. El Castellón ya ha anunciado que su sustituto será otro con pasado atlético, igual que Murcia; más concretamente Abel Resino, cuya última experiencia en los banquillos fue con el Levante.

Murcia vivirá con tranquilidad sus últimos días al frente del Castellón, al que dejará como quinto clasificado de Segunda División independientemente de lo que suceda en la última jornada. Precisamente la consecución de ese puesto ha entorpecido su mudanza al Celta, ya que suponía la renovación automática con los blanquinegros. Pero la directiva castellonense no quiere retener a la fuerza a Murcia y aceptará una rebaja en la cláusula de rescisión, de la que seguramente tendrá que hacerse cargo el propio entrenador.

Murcia viajará a Vigo la próxima semana para ser presentado e iniciar las primeras gestiones de su nueva etapa. Se encontrará con operaciones hechas, algunas en marcha y otros para las que se espera que ofrezca su opinión. También hay que concretar qué sucede con los otros miembros del actual cuerpo técnico céltico. El club sigue pensando en Menéndez como un entrenador de futuro, aunque parece difícil que el asturiano acepte regresar al filial. Murcia debe definirse sobre sus ayudantes. Se apunta a que trae bajo el brazo a Julio Ortega como preparador físico. Eso supondría la marcha de Pau Albertí, al que López Caro quizá rescate para la selección sub 21.