La aplicación de la Ley Concursal en la UD Las Palmas ha convertido al ex magistrado Juan José Cobo en uno de los mayores especialistas de este mecanismo legal al que ha decidido acogerse el Celta para sanear su maltrecha economía. Este aragonés nacido en Barbastro en 1961 y ahora abogado dirigió desde el juzgado de lo Mercantil de la capital grancanaria al conjunto amarillo en su proceso de reflotamiento. Sus opiniones, pues, poseen el doble valor del especialista jurídico y el dirigente deportivo que logra ascender a Segunda División a un equipo en peligro de desaparición. "Lo que hay que dejar muy claro es que, generalmente, está siendo una solución muy buena para los clubes", proclama al referirse a la Ley Concursal.

-El proceso tiene unos plazos desde que la entidad anuncia su deseo de acudir a la Ley Concursal. ¿Cuáles son?

-La ley dice que se tiene que solicitar en los dos meses siguientes a que la sociedad conoce que está en situación de insolvencia. A partir de ese momento suelen ser dos o tres semanas para preparar toda la documentación y presentarla en el juzgado.

-En ese caso al club le favorece presentarla antes del 30 de junio, fecha tope para abonar las fichas anuales?

-Me imagino que uno de los motivos fundamentales de pedir el concurso será hacerlo antes de que los jugadores pueden denunciar el impago de las deudas y pueda provocar el descenso de categoría. Si lo haces antes, desde el momento en el que el juzgado admite el concurso, el club ya no puede, de ninguna manera, pagar las deudas anteriores a la declaración del concurso. Con lo cual, por mucho que una norma federativa te imponga la obligación de pagar a los jugadores para no descender existe una norma superior, la Ley Concursal, que te impide pagar a los jugadores porque perjudicaría al resto de acreedores. No se puede pagar a ningún acreedor en perjuicio de otros.

-Hay unas cuantas experiencias de la aplicación de la Ley Concursal en el fútbol. ¿Qué supone para un club?

-Para los jugadores es negativa porque se suspende el pago de las deudas que tenían hasta ese momento y tendrán que esperar a que llegue la junta de acreedores, el convenio y lo que se fije en éste. Lo positivo es que en el momento que se admite el concurso, el club tiene la obligación de pagar mensualmente el salario de los jugadores porque el incumplimiento de esas obligaciones lleva a la sociedad a entrar en liquidación. Para el club es todo positivo, desde el punto de vista económico, pues se llega a una racionalización de los gastos. La experiencia de los clubes es que han podido afrontar los gastos. Y desde el punto de vista deportivo, hasta ahora está siendo muy positivo: en el caso del Las Palmas, estando en concurso ascendió a Segunda A, este año incluso va a quedar sexto o séptimo, y entre los candidatos al ascenso hay dos en concurso, como son el Málaga y el Sporting. Deportivamente, las experiencias han sido positivas.

-¿El club está obligado a respetar los contratos elevados?

-En principio, si no se llega a un acuerdo con el jugador, sí. La experiencia, como en el caso del Málaga, es que esos jugadores se ceden a otros equipos, como pasó con Salva, por ejemplo, o simplemente se trata de venderlos para no tener que asumir esas fichas. Para continuar en el club, ellos pueden exigir que se cumpla su ficha. Cabe también la posibilidad de que se llegue a un acuerdo, pero si ellos se empeñan se tiene que pagar su ficha.

-Si un futbolista no estuviese de acuerdo con el perdón de la deuda que se fije, ¿podría paralizar el proceso concursal?

-No. Lo que pasa es que si no está de acuerdo en que se reduzca una parte de lo que le resta por cobrar, un 50%, por ejemplo, iría al convenio de acreedores y la otra parte podría reclamarla por la vía civil ordinaria, fuera del procedimiento concursal.

-La ley habla de topes salariales.

-Los administradores concursales son los que establecen el tope salarial en función de los ingresos que tenga el club. Lo que hay que dejar muy claro es que generalmente está siendo una solución muy buena para los clubes. Una vez pasado el trauma de los tres o cuatro primeros meses, todo el mundo se queda mucho más tranquilo porque sabe que que las cosas empiezan a hacerse bien y que durante mucho tiempo se va a controlar la cuestión económica. Los jugadores están más tranquilos y rinden más.