Después de las dos victorias holgadas en Oviedo y Vigo, se estimaba que el Celta tenía grandes posiblidades de volver a División de Honor, la máxima categoría del atletismo nacional de clubes.

Pero en la final de Barcelona, en el estadio Serrahima, esas ilusiones no pudieron cristalizarse tras una larga jornada de 20 pruebas y con muy escasas diferencias finales de puntos en la clasificación colectiva. El equipo vigués acabó en la tercera plaza, a dos puntos y medio del segundo, cerrándosele las puertas del ascenso.

Cierto es que los atletas célticos rindieron bien y mostraron un formidable espíritu de superación, pero volvió a notarse, como el año anterior, cuando les costó el descenso a Primera División, la ausencia del madrileño Álvaro Contreras, que a la misma hora competía en Francia, en busca de la mínima para el decatlón olímpico de Pekín.

Siete fueron los triunfos parciales alcanzados por los célticos: Gonzalo Porto: 1.54,59 en 800 m. lisos; Manuel Ruiz: 53,81 en 400 m. vallas; David Gómez: 14,80 y 7,08 m. en 110 m. vallas y longitud; José Manuel Lombao: 59,24 m. en jabalina; Nuno Rocha: 59,92 en martillo y el equipo de relevos 4x400 formado por Ismael Costas, Sergio González, David González y Gonzalo Porto, con 3.21:76.

Pero no fueron suficientes para alcanzar una de las dos primeras plazas del ascenso, ganadas por el A.A.Catalunya y por el Tenerife. Clasificación final: 1º. A.A.Catalunya, 179 puntos; 2º. Tenerife Caja Canarias, 177; 3º. Real Club Celta de Atletismo: 174,5; 4º. L'Hospitalet, 153,5.

Por otra parte, el Ourense Academia Postal, tanto en hombres como en mujeres, perdió la categoría en la División de Honor, al ocupar la tercera plaza masculina en Basauri y la cuarta femenina en Ourense, significándole el descenso a Primera División en la jornada final de los Campeonatos de España de clubes. Y la Sociedad Gimnástica de Pontevedra, que se mantenía, sin embargo, en la División de Honor masculina ya con anterioridad, se clasificó en el cuarto y último puesto de la final de descenso femenina, en San Sebastián, descendiendo a Segunda División para la próxima temporada.