Si el 25 de mayo Alonso no pudo sacar tajada de una carrera que se volvió loca a causa de la lluvia tras intentar un adelantamiento imposible, el domingo en Canadá se quedó a las puertas de una más que posible victoria por culpa de un error en la estrategia elegida por su equipo.

En su primera ocasión clara del año, en el Gran Premio de Mónaco, Fernando Alonso arrancó desde el séptimo puesto de la formación de salida, pero en una maniobra arriesgada en la horquilla más lenta del campeonato trató de superar al alemán Nick Heidfeld (BMW Sauber) y acabó por hundirse en la clasificación. Al final fue décimo.

Y en Canadá, pese a tratarse de una pista poco adecuada a las características del R28, pero en la que el monoplaza mejoró su rendimiento con la introducción de una nueva suspensión trasera, Alonso se encontró el domingo con opciones de lograr algo esperanzador al arrancar desde un inesperado cuarto puesto en la formación de salida.

Pero su carrera acabó en un abandono cuando trataba de ganar el mayor número de puestos tras un "error horrible" en la estrategia de su equipo, que le obligó a hacer el primer -y al final único- repostaje cuando salió a la pista el coche de seguridad.

En vez de haberse mantenido en la pista para tratar de obtener una ventaja, Alonso, llamado por su equipo a repostar, regresó al asfalto por detrás de los dos pilotos de BMW Sauber: el polaco Robert Kubica, a la postre ganador, y Heidfeld. Si hubiese parado en la vuelta 25, como estaba previsto, Alonso habría tenido la opción de pelear incluso por el triunfo, ya que se habría encontrado por delante de los dos pilotos de la marca alemana.

Todo ello sucedió tras una serie de incidencias que se pusieron de su lado, ya que los dominadores del campeonato, el británico Lewis Hamilton (McLaren-Mercedes) y el finlandés Kimi Raikkonen (Ferrari) quedaron fuera de combate antes de cumplirse en primer tercio del gran premio. Incluso el brasileño Felipe Massa (Ferrari) estuvo siempre por detrás. Oportunidades como éstas, sobre todo las de Canadá, no se repiten con mucha asiduidad.

El Mundial, después de siete carreras disputadas, de Fórmula Uno quedó aun más apretado tras el Gran Premio de Canadá. Los cuatro primeros, liderados desde el domingo por Kuboca, están separados por sólo siete puntos. El polaco cuenta con 42, cuatro más que Hamilton y Massa y siete por delante de Raikkonen.

Alonso está fuera de esta lucha, pero necesita al menos algún buen resultado que le permita ganar en optimismo una temporada cada vez más difícil para un piloto acostumbrado a luchar por ganar.