Espargaró, que el próximo martes cumplirá 17 años, reconoció que, a falta de la carrera de mañana en Montmeló, "no se puede pedir más" y que "tanto yo como el equipo necesitábamos ver que estamos delante para demostrar que nuestra puesta a punto es la correcta".

"Ahora mismo soy muy feliz porque llevamos mucho tiempo esperando esto, aunque quiero ser prudente porque mañana toca rematar la faena, intentar hacer lo mismo o mejor, pero durante la carrera", explicó un exultante Espargaró.

En un intento de no lanzar las campanas al vuelo pese a haber logrado la primera 'pole' de su vida, Espargaró abogó por "no hablar demasiado" para esperar "a ver qué tal salen las cosas mañana", aunque admitió que lograr el primer puesto en la parrilla es algo que "no pasa todos los días".

"Corriendo en casa, he intentado dar el máximo para no defraudar a la gente. Está de coña, pero no te dan puntos por esto, así que mañana debemos intentar rematarlo".

Espargaró, en cambio, se descartó de la pelea por la victoria "porque hay pilotos muy rápidos", aunque resaltó que su equipo está en condiciones de "hacer una buena carrera porque estamos en el buen camino y no cambiaremos".

Hace un año, Espargaró afrontaba un GP de Cataluña desde la 18ª posición de la parrilla, dato que ilustra la rápida progresión del piloto de Granollers. "En 2007, decidimos montar una goma blanda para recuperar posiciones cuanto antes, sabiendo que no duraría toda la carrera".

Mañana, en cambio, "en mejores condiciones", la Derbi de Espargaró calzará unas gomas más duras, según explicó el propio piloto, en busca de su primera victoria en el Mundial, en el circuito de Montmeló, a muy pocos kilómetros de su residencia habitual.