"Cada día juega mejor, ha mejorado su saque este año. Lucha cada punto y combina eso con fuerza física. Es perfecto en esta superficie", aseguró el serbio, que volverá a encontrarse al tricampeón en las semifinales de París.

Djokovic envió a su entrenador a la pista central, donde Nadal ultimaba su obra de arte. "Le dije que fuera corriendo, para ver si fallaba una o dos bolas", bromeó.

Pero el serbio no es de los que saltan a la pista a hacer un buen papel o cumplir con lo previsto, por lo que avisó: "voy a ganar, tengo calidad y oportunidad".

"Claro que es el favorito, pero sólo con una actitud positiva puedo obtener un resultado favorable", añadió.

"Será un gran desafío para mi. Soy tercero y juego contra el gran dominador, pero las cosas han cambiado y en tierra batida he desarrollado mi juego, la variedad de mis golpes, espero utilizarlo contra él", afirmó.

La última referencia que tiene el serbio es del pasado torneo de Hamburgo, cuando Nadal le derrotó en semifinales por 7-5, 2-6, 6-2.

"Fue un gran partido. Si soy capaz de mantener la agresividad como al principio del partido de Hamburgo y soy capaz de adaptar mi juego al suyo a lo largo del partido, tengo mis opciones", indicó.

Aunque sabe que no es favorito, Djokovic es ambicioso y no se conforma con llegar a la final.

"No quiero pasar a la historia por haber sido el primero en derrotar a Nadal en Roland Garros. Mi objetivo es ganar y llegar lo más lejos posible y, lógicamente, ganar un título de Grand Slam, es lo más importante", aseguró.