Balaídos se ha ido vaciando en los dos últimos meses hasta alcanzar cotas insospechadas y registrar algunas de las entradas más pobres en la octogenaria historia del Celta. La afluencia media al estadio durante la temporada, mientras, ha sido de algo más de ocho miles espectadores (8.206,7), según datos de la Liga de Fútbol Profesional (LFP) obtenidos de los tornos de acceso al estadio vigués. .

Tan escuálido promedio ha caído en picado en los dos últimos meses, coincidiendo con el declive deportivo del equipo. La asistencia de espectadores a Balaídos tocó fondo en la jornada 34 de Liga, ante Hércules de Alicante. Menos de cinco mil espectadores (4.8.69), la cifra más baja de la historia asistieron a aquel encuentro. Claro que en los dos últimos meses sólo la visita frente al Cádiz, en la que el equipo se jugaba la posibilidad de verse involucrado en la lucha por la permanencia, superó la media de la temporada (8.771). Así, frente al Málaga, uno de los aspirantes al ascenso, sólo acudieron al campo 6.108 espectadores mientras que en el último partido, ante el Tenerife, la cifra superó a duras penas los cinco mil (5.613). De este modo, la media de aisitencia a Balaídos en los dos últimos dos meses se situó en 6.340 personas, casi dos mil menos del promedio de la temporada. Todos los registros negativos, sin embargo, pueden superarse aún en el último partido de Liga, el día 15 ante el Alavés, sin nada en juego ya.

Otro dato elocuente: esta temporada tan sólo se han superado los diez mil espectadores en dos partidos, frente al Racing de Ferrol (11.221) y ante el Sporting de Gijón (12.829) gracias a la masiva afluencia de aficionados del equipo rival.

La deserción de aficionados es también evidente en relación a la masa social del club. El Celta supera ligeramente los 14.000 abonados, de acuerdo con las cifras oficiales facilitadas por el club en marzo pasado a la conclusión de la campaña de abonos anuales. Más de la mitad de la masa social del club, por tanto, ha dado la espalda al equipo en los últimos partidos. Si la referencia es la temporada, son casi seis mil los que no acuden al campo a pesar de pagar puntualmente sus abonos.