Varios cientos de seguidores de los Juegos Olímpicos de Pekín 2008, muchos de ellos ataviados con camisetas con el anagrama de los juegos, protegieron la llama a su paso por las avenidas de esta ciudad poblada por cerca de ocho millones de personas.

Las autoridades de Ho Chi Minh desplegaron varios cientos de agentes de Policía a lo largo del recorrido de la antorcha, que llegó anoche a Vietnam procedente de Corea del Norte.

También la Policía vietnamita acordonó el consulado de China en Ho Chi Minh, una ciudad en la que abundaban las banderas de color rojo instaladas para celebrar el miércoles el 33 aniversario de la toma de la ciudad por las fuerzas comunistas.

Unas horas antes en Hanoi, la capital de Vietnam, seis personas fueron detenidas por protestar contra los Juegos Olímpicos de Pekín, informaron fuentes policiales.

Dos hombres fueron arrestados por mostrar una pancarta con el emblema de los Juegos pero con esposas en vez de anillos, mientras la Policía no ofreció detalles del resto de detenidos.

Testigos informaron de una importante presencia policial delante de la Embajada de China en Hanoi, ante el llamamiento a través de Internet para protestar tanto por la situación en el Tíbet como por el contencioso que mantienen ambos países por la soberanía de las Islas Spratly.

El primero de los 60 relevistas, Nguyen Thi Thu Ha, teniente de alcalde de la ciudad, partió de la Casa de la Ópera, uno de los pocos edificios que se mantienen de la época colonial francesa, y el trazado de unos 13 kilómetros por las calles más céntricas, concluyó en el estadio militar, también fuertemente protegido.

Grupos de vietnamitas y seguidores de China vitorearon a Thu Ha a lo largo de la calle Le Loi, al tiempo que ondeaban banderas chinas, y antes de que enfilará por la elegante avenida Pasteur hacia el norte de la antigua Saigón.

Todos los relevistas hicieron su recorrido flanqueados por decenas de motocicletas, automóviles y furgonetas de la organización.

Nguyen Tan Dung, el primer ministro vietnamita, aseguró el pasado fin de semana al ministro de Exteriores chino, Yang Jiechi, que su Gobierno garantizaba que el recorrido de la antorcha transcurriría de forma pacífica y sin incidentes.

Sin embargo, Dung advirtió antes del inicio del recorrido, que "fuerzas hostiles" opositoras al régimen buscaban sabotear el evento

El estricto cordón policial impidió a la mayoría de los ciudadanos vietnamitas presenciar la ceremonia, a la que si se permitió asistir a un grupo formado por varios cientos de miembros de la Liga de las Juventudes Comunistas.

La mayor parte de los detalles sobre el recorrido de la antorcha fueron dados a conocer por las autoridades con la finalidad de prevenir protestas contra China, done el martes fueron condenadas 17 personas a penas de prisión, dos de ellas a cadena perpetua, por su implicación en los actos violentos ocurridos en Lhasa el pasado marzo.

El acto se celebró la víspera del Día de Reunificación Nacional tras la guerra con Estados Unidos y, la jornada siguiente, el Día de los Trabajadores, habitualmente celebrados de forma masiva por las autoridades comunistas.

Pese a que Vietnam tiene buenas relaciones con China, continúa la disputa sobre las Spratly, y monjes budistas disidentes han denunciado la reacción del Ejército chino a las últimas protestas en favor del Tíbet.

La llama olímpica, que inició su camino el pasado 31 de marzo, viaja por 22 de ciudades de 19 países hasta concluir su trayecto en Pekín.

Hasta ahora, el recorrido ha sido interrumpido en Londres, París, Los Ángeles y San Francisco por manifestantes que protestaban por la política de China en el Tíbet.

Después de Vietnam, la antorcha viajará a la antigua colonia británica de Hong Kong, donde será protegida por cerca de 3.000 policías durante las cerca de ocho horas de recorrido.