Asumido ya que la próxima temporada el Celta no se codeará con la élite del fútbol español, el club vigués ha de afrontar una situación deportiva que le resulta un tanto extraña desde hace más de tres lustros. Entremedias, los célticos probaron la experiencia de Segunda, pero de una forma tan efímera que ascendió al finalizar la campaña 2004-05.

Ahora, sin embargo, el equipo necesitará al menos otro ejercicio más para purgarse, y esto no ocurría desde el arranque de la década de los noventa. La última vez que sumó dos años seguidos en Segunda (1990-1992) salió bien parado porque, poco tiempo después, iniciaría la etapa más brillante de su historia.

En el actual curso futbolístico, el cuadro celeste también puede alcanzar una de sus peores clasificaciones en la categoría de plata. Tras la jornada de ayer, el Celta se ha situado undécimo en la tabla, lo que le supone la tercera peor posición de su historia. La marca más negativa la alcanzó en la tristemente recordada campaña 1979-80, cuando su decimoséptima plaza final le condenó al confín de Segunda B.

Este curso podría repetir finalmente el decimocuarto lugar con que acabó en 1991, aunque al año siguiente se resarciría del ridículo conquistando la cúspide de la clasificación, con lo que recuperaba la máxima categoría al segundo intento.

Cuando está a punto de celebrar su 85º aniversario, el Celta intenta levantarse tras el duro golpe que sufrió al quedar excluido de la candidatura al ascenso. A un club que se ha acostumbrado a codearse con los mejores en Primera (suma 46 temporadas en esta categoría) le resulta difícil tener que afrontar la trigésima campaña en Segunda. En ésta inició su andadura profesional en 1929 y tuvo que esperar hasta el fatídico año 36 para ganarse un puesto entre la élite. Sin embargo, la guerra civil le privó durante tres años del premio conquistado.

No fue hasta 1939 cuando la escuadra celeste debutó en Primera División, con derrota en Zaragoza (3-2). Desde entonces ha afrontado diez descensos a Segunda. En cinco ocasiones logró ascender al año siguiente (1944-45, 1975-76, 1977-78, 1986-87 y 2004-05). En el sexto intento ha fracasado estrepitosamente, ya que los rivales le otorgaban el título honorífico de mejor plantilla de la categoría. Sin embargo, ni la directiva ni los responsables deportivos han sabido gestionar a un grupo de jugadores que en los próximos dos meses han afrontar un difícil reto: disputar nueve partidos de Liga con el único aliciente de sumar los puntos necesarios para asegurar la permanencia.

Por el momento, el Celta solamente ha vivido una década negra (1959-1969), en la que permaneció ininterrumpidamente en Segunda.

En los dos primeros años concluyó en la segunda posición. Entonces, el subcampeón estaba obligado a ganarse el ascenso en una promoción con el penúltimo de Primera. El Valladolid y el Oviedo le cerraron el paso consecutivamente a los celestes, que en esa época nunca acabaron por debajo de la novena posición en la tabla clasificatoria, por lo que su actual situación resulta extraña.