Juan Carlos Álvarez / Vigo

El Celta comienza su travesía del desierto. Los vigueses inician hoy en Balaídos ante la Real Sociedad (18:30 horas, TVG) los diez últimos partidos sin más aliciente que tratar de mejorar en todo lo posible su situación liguera. El encuentro ante los donostiarras, que estaba marcado en el calendario a comienzos de temporada como una de las fechas claves del año, apenas tiene más interés que ver al Celta como juez del ascenso. A nueve puntos del tercer puesto y a otros tantos de la zona de descenso, el equipo vigués se enfrenta a una situación extraña en su reciente historia. Si algo ha caracterizado a los célticos en estos años era que en la última jornada siempre se estaban jugando algo (Europa, la Champions, la salvación, el ascenso...) No había jornadas inútiles en su calendario. Por eso llama la atención la situación a la que se enfrenta el grupo dirigido por Antonio López.

Los optimistas -que alguno queda- podrán pensar que si el equipo hace un último tramo de temporada asombroso puede meterse de nuevo en la pelea por regresar a Primera División. Parece una quimera para un conjunto que no ha sido capaz de enganchar más de dos triunfos consecutivos y que viene de bordear el ridículo ante el Racing de Ferrol. Además, el equipo ya ha asumido su situación. Las declaraciones de los jugadores ya giran en torno a su futuro y en el club se habla de la plantilla que tratará de devolver el equipo a Primera División la próxima campaña. El Celta ha dado por finalizada la temporada y eso, de uno u otro modo, acaba por verse en el terreno de juego. Sólo hay que confiar en que esa "relajación" que se vive en el club no lleve a los de López a terminar el año luchando por la permanencia. Se supone que con lograr seis o siete puntos sería suficiente.

En el aspecto puramente deportivo el Celta recupera para la convocatoria ante los donostiarras a Guayre y a Canobbio que podrían tener sus oportunidades a lo largo del partido. Es poco probable que aparezcan en el equipo titular, pese a que López tiene que buscar un sustituto para el sancionado Antonio Núñez (y Sales, su teórico reemplazo natural, sufre una sobrecarga). De la lista, además del también lesionado Peña se han caído Vara y el indolente Quincy, uno de los más desenganchados del equipo. De este modo la alineación podría parecerse a la formada por Esteban, George Lucas, Rubén, Lequi, Agus; Rosada, Michu; Jorge, Roberto Lago, Diego Costa y Perera. Lo lógico es que en algún momento del partido tanto Guayre como Canobbio hiciesen acto de presencia.

Frente al Celta se plantará la Real Sociedad, uno de los grandes aspirantes al ascenso pese al convulso año que también están viviendo y que ha provocado que hayan cambiado de inquilino en el banquillo tres veces. El último es Juanma Lillo, que la pasada semana se estrenó con un triunfo ante el Hércules. Esta noche podrían dormir en zona de ascenso a la espera de lo que sea capaz de hacer el Sporting, de quien le separa sólo un punto. A diferencia del Celta, la Real Sociedad aprovechó el mercado invernal para reforzarse y no para perder potencial. Eso transformó una temporada que estaba siendo raquítica en esperanzadora. La cita de Vigo es esencial para ellos. Para el Celta parece un estorbo aunque los optimistas aún crean que se puede ascender y los pesimistas que aún se puede bajar.