Amparado por una hinchada legendaria, el Liverpool de Rafa Benítez tratará de recurrir al embrujo de Anfield y a la solvencia del tándem Fernando Torres-Steven Gerrard para dilapidar la fijación de Arsene Wenger, obsesionado con la "Champions" y consciente, al igual que su rival, de que el torneo europeo podría ser, a estas alturas, su mejor ocasión de evitar una temporada infructuosa.

El factor Anfield, como ayer recordó Benítez en este estadio rebosante de historia, y de la buena, ha sido decisivo para este club en momentos memorables. "Se ha visto contra al Chelsea, que es fundamental para nosotros, la gente ayuda muchísimo", observaba el "míster" que hoy, además, hacía alarde idiomático al responder a los periodistas en inglés, español e italiano. Y por este orden.

El once anfitrión parte con ligera ventaja para el mano a mano concluyente de los cuartos de final en la Liga de Campeones. Logró un marcador más que decente en el Emirates, donde la fortuna se puso de su lado para contener al Arsenal de Cesc con un empate a uno.

Aquel, el del pasado miércoles, fue el arranque de una trilogía de partidos concentrada en el espacio de una semana. Con el de hoy, se habrán enfrentado un total de 202 ocasiones. Su segunda cita, la de la Premier, volvió a saldarse con idéntico resultado, de nuevo un marcador sombrío para las aspiraciones depositadas en la Liga por Wenger, quien se niega a dar nada por perdido.

"Podemos vencer al Liverpool en Anfield y nos vamos a concentrar en eso", aseguraba, entonces, el francés. Benítez se mostró más satisfecho que su colega galo ante las actuaciones desplegadas recientemente (el sábado en la Liga, sin ir más lejos) por su delantero gigantón Peter Crouch, algo que le plantea "un bonito problema" en el ataque.

La pasión

Europa es otra historia. En este contexto, el Liverpool se mueve como pez en el agua. Se transforma y se llena de seguridad, un hecho avalado con resultados que bien conocen sus oponentes. Este equipo compensa, a veces, la falta de tablas e incluso de calidad de sus jugadores con abrumadoras dosis de empuje, y la "pasión", claro, de la que habla el "míster", una cualidad que en el 2005 les llevó a encadenar su quinta Copa de Europa, nada menos que ante el gigante Milán en Estambul y remontando un 3-0 adverso.

En esta competición, "el Liverpool puede ganar a cualquiera". Lo recordó Xabi Alonso. Benítez, por su parte, quiere repetir y buscará sin descanso el golpe fatal a la fijación enfermiza de Wenger.

Ocurra lo que ocurra hoy en Anfield, los pequeños detalles marcarán la diferencia. Para la ocasión, el extremo inglés Jermaine Pennant, ex del Arsenal, es la única ausencia de relevancia para el cuadro anfitrión, al haberse hecho el sábado una lesión muscular en la pierna.

Para el Arsenal, la mayor preocupación la constituye en el ataque el holandés Robin Van Persie, dudoso con un problema en la pierna, pero podrían regresar a la titularidad el togolés Adebayor, el bielorruso Hleb, el francés Gael Clichy o el suizo Senderos.