Entre los ejemplos destacados, el alero de los Cavaliers de Cleveland LeBron James, uno de los deportistas más admirados en el país asiático y que, según el rotativo, comenzó con sus clases de chino hace ya un año.

Además, los nadadores Michel Phelps, Ian Crocker y Katie Hoff firmaron un acuerdo promocional con un programa de aprendizaje por ordenador del mandarín.

"Es duro, pero a veces es también divertido. Espero poder hablar mandarín en los próximos seis meses para poder desenvolverme en China un poco", dijo Phelps, ganador de ocho medallas olímpicas y una de las grandes esperanzas para Pekín, amén de causante indirecto del polémico cambio de horario para las pruebas de natación.

Por su parte, el Comité Olímpico Ruso ha repartido entre sus atletas un libro de texto preparado especialmente para que aprendan los rudimentos diarios del mandarín.

Al mismo tiempo, dice el rotativo, ha contratado a 15 traductores del chino al ruso para ayudar a todos sus deportistas durante los 17 días de la cita deportiva.

Según datos oficiales chinos, unos 40 millones de personas estudian mandarín en todo el mundo.