Visto que la mejoría en el juego fue pasajera y que el ascenso se ha convertido en una quimera, la noticia alegre de las dos últimas semanas es que el "Bombón" Rosada ya no parece un bulto sospechoso sobre el campo. El centrocampista argentino, fichado en el mercado invernal para proporcionar mordiente a la medular, se había convertido en un argumento contra la dirección deportiva. Nadie entendía cuáles eran exactamente las virtudes de este tipo lento, sólo visible desde la grada por su coleta y al que los rivales competían por tirar caños. Ahora queda más claro que Rosada sufrió el proceso lógico de adaptación al fútbol europeo y que la dinámica colectiva no le ha facilitado precisamente esa mudanza. Considerando que es de los pocos de cierta edad que tiene contrato en vigor, habrá que creer que incluso puede alcanzar una mejor versión que permite al conjunto tener una medular de garantías en el nuevo proyecto.

A otra velocidad n La liga mexicana es muy competitiva, quizá la más de hispanoamérica además de la que ofrece mejores sueldos. Pero sigue siendo una competición del otro lado del océano y se juega a la lenta velocidad que allí les gusta. A Rosada le ha costa cambiar de marcha. Por eso en los primeros partidos llegaba siempre tarde al corte. En los dos últimos encuentros, en cambio, ha aparecido en los fuegos de un amplio radio de acción.

Lo da y lo quita n Rosada le dio un gol al Celta y Rosada se lo quitó al desviar involuntariamente el balón en el tanto a la postre definitivo del Racing de Ferrol. Pero no se le debe reprochar nada. El "Bombón" es un especialista y como tal se ofrece en las tarjetas de visita y los currículos que envía: encargado de destruir. De crear debían encargarse otro. Un gol de Rosada será siempre un milagro y de los milagros no se vive.