Álvaro Faes Enviado especial a Sakhir (Bahrein)

Button, Barrichello, Webber y Alonso luchaban a brazo partido en una pelea invisible. La televisión se fijaba en otros coches, en los que transitan por la tandas del sábado con tranquilidad, en busca del momento definitivo, de la lucha por la pole.

En la pantalla oficial de tiempos saltaban los números uno tras otro. Había que entrar entre los diez primeros. Era el objetivo, la posición que permite albergar opciones para entrar en el reparto de puntos. Cuatro pilotos para dos huecos. Primer sector, segundo sector, tercero... Alonso consigue el noveno tiempo y accede a la tanda definitiva (Q3). Webber y Barrichello se quedan por el camino. El mundo de las milésimas multiplica su valor en la nueva vida terrenal de Alonso. Esta vez se clasificó por 26, igual que en Malasia, cuando le sobraron nada más que 65, y al contrario que en Australia, donde 44 milésimas le mandaron al garaje antes de tiempo. Una línea demasiado delgada como para ser fiable. Con tan escaso margen, tan pronto se está a un lado como a otro. Ayer le tocó en el bueno, en que se considera el objetivo cumplido, tras estirar como un chicle el rendimiento del R28.

Fernando Alonso había salido malhumorado de la sesión libre de la mañana. No habían acertado con la configuración y el tiempo apremiaba antes de la sesión clasificatoria. A contrarreloj, en Renault buscaron la variante acertada, una vuelta de tuerca a los cálculos, suficiente para hacerse con esas milésimas que señalaron a Alonso como uno más entre los diez más rápidos del día.

Una vez que estaba conseguido, el asturiano no se cegó. Guardó un juego de neumáticos blandos para poder usarlos nuevos hoy en la salida y cargó bastante gasolina. Táctica conservadora ante quienes le seguirán en la parrilla, una vez comprobado que ni siquiera con una descargada histórica el monoplaza podría conseguir una buena posición en la parrilla.

La lista final de tiempos puso al asturiano décimo, dos segundos más lento que Robert Kubica. El polaco dio la sorpresa del día. Primera pole de su carrera, por delante, además, de Felipe Massa, que había sido el gran dominador del fin de semana. El brasileño cometió un pequeño error en su último intento, dudó sobre un piano y ahí se le fueron 28 milésimas de oro. La superioridad de todo el fin de semana ponía favoritos a los Ferrari, pero no tuvieron la pole y Hamilton se les coló en la tercera posición. Raikkonen firmó el cuarto crono, Kovalainen el quinto y Heidfeld el sexto, para completar la alternancia entre BMW, Ferrari y McLaren.