"Es modesto, humilde y trabajador", indica el entrenador Pablo Lacace, que vaticina un gran éxito deportivo a su pupilo Daniel Bargiela, que ha cambiado las pruebas de fondo del triatlón por la carrera a pie. Un atleta en ciernes con un futuro prometedor.

Sus condiciones físicas y su gran espíritu de sacrificio han favorecido su adaptación al cambio de disciplina. Con tan sólo tres meses y medio de entrenamiento las marcas ya le están demostrando que no se ha equivocado con el cambio. En diez carreras suma diez podios. El más reciente, el segundo puesto en los 10 Km. Cidade Universitaria, donde acabó segundo tras un vibrante sprint con Elías Domínguez.

El medio maratón Vig-Bay, que se disputa mañana a partir de las 10.30 horas, es el reto más inmediato del ponteareano. Aunque está dispuesto "a poner toda la carne en el asador", reconoce que la prueba aún se le queda "un poco larga". Sabe que, acostumbrado a hacer pruebas de ultrafondo, llegará a la meta seguro, pero no se atreve a aventurar una marca: "Voy a correrla para divertirme, porque es una carrera de la zona y hay que apoyarla, pero no sé cómo me irá. Yo saldré delante y luego la carrera ya me pondrá en mi lugar", aunque le será difícil aparcar su "carácter competitivo", por lo que promete dar guerra.

Ahora el atletismo parece que podría recompensarle todos los sinsabores que le llevaron a dejar el triatlón. "Lo dejé porque estaba cansado de buscarme la vida para todo, de quitar horas de sueño, de ir arrastrado a todas partes", indica Bargiela, que vivió su episodio más descorazonador tras llegar del Ironman de Hawai, donde pudo "cumplir uno de mis sueños". Lo malo es que al regreso vio cómo la firma Dovhe, que se había comprometido a colaborar con él, le dio la espalda. "Sólo recibí el apoyo del Ayuntamiento de Ponteareas; Dovhe me dio la ropa, pero después de toda la publicidad que le hice no me dio nada a cambio. Se olvidaron de mí. Sentí como si se hubieran reído de mí y no quiero que le vuelva a pasar a nadie más". Evidentemente, los gastos del viaje tuvieron que correr de su cuenta.

"Dejo el triatlón por falta de medios", dice dolido; y lo deja sin haber cumplido el sueño de "bajar de nueve horas en un Ironman, que sé que era asequible" -su mejor marca está en 9 horas y 18 minutos-. Ahora está decidido a "explotar la carrera a pie todo lo que pueda".

Ya en el triatlón, actividad que además compaginaba con su trabajo en una cementera en Salvaterra, la carrera a pie era su punto fuerte. "La natación era lo que peor llevaba. Yo, en el triatlón sobrevivía", bromea, aunque llegó a ser campeón de España de larga distancia por equipos y cuarto en el Ironman de Cataluña. Ahora, ve cómo "entrenando menos, sobre una hora o una hora y media diaria, están empezando a llegar buenas marcas", aunque también ha notado el cambio "en la forma de entrenar e incluso en la alimentación, que hay que cuidar un poco más".

Tras dejar el triatlón estuvo el mes de octubre parado. Incluso corrió la Carrera del Pavo, donde acabó séptimo, sin apenas entrenarse. "En el Pavo creí que me moría", dice Bargiela, que desde entonces ya suma el primer puesto en la carrera de Ponferrada, en la de Pascua o en Ribadumia, un segundo puesto en Xinzo, también segundo en el Facho de Hércules e incluso logró un cuarto puesto en la medio maratón de Sevilla.

Asegura que él y Pablo Lacace forman un "tándem perfecto" y desde que empezó a entrenarse con él parece haberse recuperado del desencanto que le llevó a dejar el triatlón. "Él fue el que me animó a correr, me dijo que tenía buenas condiciones e incluso me anima a correr en pista para que gane calidad, pero a mí lo que me gusta es disputar pruebas como la Vig-Bay o algún 10.000, con más atletas populares como yo", explica Bargiela. Ahora, arropado por el club Val da Louriña y "apadrinado por Fredi Velasco" inicia una nueva etapa ilusionante.

Sin embargo, el corredor no quiere fijarse metas. "No me gusta aventurar nada. Lo que llegue será fruto del trabajo", dice. Ahora, tras la Vig-Bay -donde confía en estar "entre 1:07 o 1:12- su siguiente reto será "el campeonato gallego", en mayo: "Tampoco descarto hacer la de Coia y buscar algún otro medio maratón por fuera para llegar a hacer este año una marca de 1:07 o 1:08. Para este año estaría muy bien". También le gustaría "preparar bien la Vig-Bay y hacerla un año para lograr una buena marca".

Bargiela es un enamorado del deporte. Desde niño practicó ciclismo y también hizo sus pinitos en el fútbol, donde llegó a militar en Preferente, pero el triatlón le cautivó. Ahora el atletismo es el que le ofrece un futuro.