El artista Francisco Leiro (Cambados, 1957) inaugura el 5 de abril en la galería madrileña Marlborough la exposición "Cuerpo inventado", en la que se desvía de la escultura de corte más humanista y político, como su conjunto escultórico en torno a la guerra de Siria, para presentar un cuerpo post humano. Como indica el título de la exposición, se trata de una nueva vuelta de tuerca en la trayectoria de este artista. Las exposiciones "Human Resources" en la galería Marlborough de Nueva York (2013), "Esculturas sentidas" en A Coruña (2015) y "Alepo" en Arco 2018 son muestras donde el factor humano y sus ramificaciones sociales y políticas eran la base fundamental de su trabajo. En esta ocasión, Leiro se desvía del naturalismo para presentar un cuerpo post humano alcanzado casi siempremediante la fusión entre sujeto y objeto. La exposición permanecerá abierta hasta el 5 de mayo.

"La clave principal de interpretación se encuentra en que, en estas esculturas, el ser humano forma un continuo con el resto de entidades que lo rodean, desde la vestimenta hasta el mobiliario; en ese sentido, se podría decir que la obra de Leiro va más allá de la imagen del ser humano como "mono vestido", explica el crítico Ernesto Castro en el texto del catálogo de la exposición. Esta fusión del sujeto y del objeto ya estaba presente en exposiciones anteriores de Leiro, como por ejemplo, de manera muy notable, en "Dolor de ropa" (2003), donde la temática principal era la figura humana vestida, pero es en "Cuerpo inventado" donde la objetualización del sujeto y la subjetualización del objeto se convierten en los temas principales, como puede verse en piezas como "Escarranchado" (2018), donde dos taburetes de cuatro patas se funden con dos piernas humanas, y "Sementador" (2016), que muestra una continuidad entre el cuerpo de un individuo y su ropa. El artista cambadés plantea en esta exposición una de las mayores problemáticas de nuestra contemporaneidad: el sujeto se convierte en mera ficción al esconderse tras sus atributos o sus posesiones.

En el conjunto de piezas que expone en Marlborough, Leiro elimina la expresividad de las texturas buscando unos personajes mas anónimos y resaltando la importancia de la policromía. Para cerrar esta exposición, Leiro incorpora una serie de dibujos, en su mayoría bocetos previos a su proceso escultórico. En algún otro caso se invierte el proceso: el dibujo parte de plantillas o siluetas producidas para la obra escultórica.

Francisco Leiro se formó en la Escuela de Artes y Oficios de Santiago y en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando, en Madrid. Su primera exposición tuvo lugar en su ciudad natal en 1975. En 1983 es invitado a participar en la última de las exposiciones del grupo Atlántica, que se propuso como una iniciativa de renovación de las artes plásticas gallegas. En 1985 representa a España en la Bienal de Sao Paulo, Brasil. En 1988 se instala en Nueva York y al año siguiente empieza a trabajar con la galería Marlborough. Desde entonces su trabajo se exhibe regularmente en las diversas sedes de esta galería así como también en museos nacionales e internacionales.