El apóstol Santiago de Antonio Ximénez pasará el resto de sus días en las catacumbas de la iglesia Santiago El Mayor de Membrilla, Ciudad Real, después de que el párroco de la parroquia decidiese retirar la imagen por considerarlo "sexy y erótico".

La pintura, según informa la Cadena SER, fue donada por Ximénez a su pueblo natal después de que que la encargase el antiguo cura de la parroquia, al que le unía una gran amistad. El cuadro, que el pintor define como una alegoría en la que combina paisajes de Santiago de Compostela y Membrilla retrata a un joven Santiago Apóstol que, por cuestiones de la pose, deja ver bajo su túnica uno de sus muslos.

De hecho, el verano de 2017 ya se había percatado de que la pintura de grandes dimensiones -mide ya no ocupaba en el que se encontraba en la sacristía del templo. Por ello, ha pedido explicaciones, ya que no encuentra "el lado erótico o sexy que encuentran algunos", puesto que el personaje que encarna al apóstol se pude admirar "con una túnica hasta la rodilla, guapo, eso sí, pero nada de erótico".

El artista, que vive en Miami, ha defendido en los micrófonos de la cadena de radio su pintura, que el define como superrealista: "Yo pinto a mi manera, no voy a hacer una figura medieval", explica. "Me costó mucho hacerlo y traerlo desde Hawai", ha lamentado el pintor, que ha exhibido sus obras en Estados Unidos, Italia, República Checa, Suiza, Dinamarca, Uruguay y Argentina.