La Reina Letizia respaldó ayer la labor del Instituto Cervantes para la promoción de la lengua española y la cultura en español por todo el mundo durante la reunión de directores de esta institución en Málaga, en la que se fijarán las líneas de trabajo para el próximo curso.

Doña Letizia asistió a una sesión, en la que intervinieron el ministro de Asuntos Exteriores, Alfonso Dastis; la presidenta andaluza, Susana Díaz; el director del Cervantes, Juan Manuel Bonet, y el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre. Entre los asistentes estaba el asturiano Martín López-Vega, nuevo director de Cultura del Cervantes.

La presencia de la Reina "simboliza un año más el compromiso permanente de la Corona con el Instituto Cervantes", dijo su director, quien aseguró que los Reyes son los "mayores embajadores" de la cultura española en el mundo.

"El avance de nuestro idioma es imparable", sentenció Bonet, quien ha argumentado que actualmente sólo superan al español el inglés y el chino, pero este último se habla principalmente en China, por lo que los otros dos juegan un papel internacional preponderante. Dentro de esta pujanza del español, España representa "sólo un 10 por ciento", un porcentaje equivalente al de los hispanohablantes de Estados Unidos, y frente a la suma de ambos está el 80 por ciento que aportan México, Centroamérica y Sudamérica, "más unas migajas en África y Asia", argumentó.

Entre los retos que tiene la institución figuran completar la red europea, crecer en el África Subsahariana y, a medio plazo, expandirse en Estados Unidos, que "sólo será posible afrontar con un cierto aumento de las transferencias del Estado y de la capacidad de gasto del remanente acumulado por nuestro buen hacer", demandó.

El ministro de Asuntos Exteriores se comprometió a hacer "todo lo posible" para que se puedan utilizar los remanentes y lograr un incremento de las transferencias del Ministerio al Instituto, aunque admitiió que "probablemente ese aumento no va a responder a las expectativas".

En su discurso, Dastis definió al Instituto Cervantes, creado en 1991, como "una gran red de faros que alumbran, acogen y guían a los millones de hispanohablantes que viajan repartidos por los cinco continentes".

Añadió que el español es "una herramienta global de comunicación y también un potente motor económico que propicia un universo de oportunidades, intercambios y negocios entre los 500 millones de personas que la emplean ".

La presidenta andaluza dijo que el español "sigue sumando hablantes en todo el mundo" y apeló a la responsabilidad de legar a las próximas generaciones "una lengua viva y rica".