Hablar de Megan Maxwell es hablar de algo más que de literatura romántica y es que esta escritora de best-seller es todo un fenómeno social, con más de 200.000 seguidoras en la red cobijadas bajo la bandera de "Las guerreras Maxwell". Conocida también como "la Grey española" por su serie romántico-erótica "Pídeme lo que quieras", publicada por encargo de su editorial tras el boom de "Cincuenta sombras de Grey" de E.L. James, estuvo ayer en Vigo firmando ejemplares de su última novela, "Hasta que salga el sol", Premio Letras del Mediterráneo 2017, en la que narra una historia de amor "con los mismos personajes que siempre pero al mismo tiempo diferentes", afirma la escritora española.

- Usted ha vendido más de un millón y medio de ejemplares de sus novelas. Sin embargo, el género romántico sigue considerándose de "segunda". ¿Por qué?

-No lo sé, pero es cierto que hay mucho 'cultureta', gente que se cree muy culta, que sigue pensando que la novela romántica no está a la misma altura que cualquier otro género. Sin embargo, de un par de años para acá está cambiando, ya no se considera tan de segunda categoría.

- ¿A qué se debe este cambio?

-Yo creo que lo que está cambiando es que la gente ahora lee lo que les gusta sin importarle lo que digan los demás.

- ¿Los hombres también?

-No lo reconocen, pero leen mucha novela romántica. Me hace gracia porque a veces me escriben y me dicen que les encantaría conocer a una mujer como las de mis novelas y yo les digo que pongan eso mismo en el muro y me dicen que eso no porque sus amigos no saben que me leen.

- ¿Cómo son esas mujeres Maxwell? Porque a la novela romántica se le achaca seguir perpetuando los roles machistas.

-Yo los roles los voy rompiendo. Normalmente en la novela romántica la mujer era la débil y la que iba un pasito por detrás. En mi caso no. Mis mujeres son guerreras, son fuertes, de carácter, triunfadoras, que se han caído y han sabido levantarse. Lógicamente pongo hombres poderosos pero también mujeres poderosas. Escribo novela romántica porque mi madre la ha leído toda su vida. Yo siempre le decía que no entendía por qué la mujer tenía que llorar y que desmayarse siempre y ella me decía que era cosa de la época. Pues bien, esta es mi época y si alguien llora es el hombre.

- ¿Cuál es el secreto para mantener a cientos de miles de lectoras pendientes de la siguiente novela?

-No lo sé, pero creo que el 50% de mis éxito son mis guerreras y mis guerreros. Cada vez que saco una novela me pongo nerviosa porque la esperan con tantas ganas que siempre tengo miedo de no cumplir con sus expectativas.

- ¿Quiénes son estas guerreras?

-Mis lectoras. Lo de las "Guerreras Maxwell" empezó porque abrí un grupo en facebook con cuatro amigas, al que fue uniéndose gente a la que le gustaban mis personajes.

- ¿Le molesta que se refieran a usted como "la Grey española".

-No porque viene de un fenómeno bueno, pero me gustaría más que me llamasen "la Zimmerman", que es el apellido de mi personaje. Escribí estas novelas porque me lo propuso mi editorial y al principio dije que no. Pero cuando acepté tuve claro que no quería que se pareciese y de hecho solo se parece en que es erótica y en que el personaje masculino es un alto directivo, pero ella no tiene nada que ver con Anastasia, que es más clásico. Judith es una mujer que hace siempre lo que quiere. Ella no se dejaría azotar.