Como en la canción Aí vos quedades de Os Diplomáticos de Monte Alto, "entre curas, frades e militares" llegó ayer el concejal de Culturas, José Manuel Sande, al edificio de Nuevos Juzgados de A Coruña, para declarar ante la titular del Juzgado de Instrucción número 3. Le esperaban, entre agentes de la Policía Nacional, unos doscientos vecinos, algunos de ellos disfrazados de curas, de monjas, de obispos e, incluso, alguno con el traje del domingo, que tuvo que tirar de monólogo facha y revenido para dejar claro que lo suyo era pose, que él no era así los lunes por la mañana.

El edil está imputado porque la denuncia que presentó la presidenta de la asociación de las viudas de Lugo, Aurora Carro, "con unas amigas" ha sido admitida a trámite. Asegura que el cartel del Carnaval con un choqueiro vestido de Papa supone una ofensa a sus sentimientos religiosos. Nada dice del entierro de la sardina o de los disfraces que se lucen por la calle en esta época en la que pocos hombres reniegan de unos buenos tacones, solo que no le gusta el dibujo.

Sande salió ayer del despacho de la juez con la confianza de que el caso "como tantos otros" se acabará archivando pero, mientras siga abierto, manifestó su intención de seguir defendiendo que el cartel -obra del ilustrador Alberto Guitián- no tiene "intención de ofender" y que, desde el Concello, no se le dio ninguna directriz al artista sobre el contenido de las viñetas.

Sande llegó al Juzgado acompañado del alcalde, Xulio Ferreiro, que esperó a las puertas del Juzgado de Instrucción 3 hasta que acabó la declaración. Fuera se quedaron sus compañeros de partido, y afines como los diputados de En Marea en el Congreso Antón Gómez-Reino y Yolanda Díaz, también estuvo el diputado en el parlamento galego Antón Sánchez, y para amenizar la espera, disfrazados o no, corearon consignas como: "Liberdade de expresión", "Sande, amigo, a xente está contigo", "Non hai relixión que pare a diversión" y "Entroido si, tristes non".

Pero las consignas se quedaban cortas, así que, no tardaron en entonar el Miudiño y el "Perdónalos, Señor", más propia de la Semana Santa que del Carnaval, y la canción que Os Maracos compuso expresamente para el edil imputado, con estrofas como: "Estas cousas non pasaban cando gobernaba Franco pero é que a democracia é o mundo do pecado". Y Sande, cual Nelson Mandela recién salido de la prisión Victor Verster, fue ovacionado por el público choqueiro.

A su llegada, quiso dirigir unas palabras de agradecimiento a los asistentes a un periplo judicial que tildó de "anécdota" y, para que su voz se oyese en toda la calle, el activista Nicanor Acosta -Republicano de Honra de 2015- le cedió su inseparable megáfono.

"Es un momento que podemos aprovechar para la defensa de las libertades, para que nunca estén amenazadas y para que nunca esté amenazado algo tan sencillo y tan hermoso como es el Carnaval, como fiesta del humor, de la irreverencia y de la libertad de expresión. Mil gracias y ahí seguimos", se despidió el concejal ante los aplausos de los que cuentan los años por Entroidos vividos. Ya fuera del despacho de la juez, Sande aclaró que solo le había hecho preguntas la titular del Juzgado, que no había fiscal ni letrados de la acusación en la sala y que se limitó a contestar lo que le había preguntado. "Determinamos nuestra cuota de responsabilidad, yo soy el responsable de la contratación, y la persona que dio el visto bueno a los carteles, por lo que no hay mayor implicación de otras personas", aclaró el concejal, que aseguró también que, en ningún momento en los casi dos años de gobierno de Marea Atlántica, se habían realizado "declaraciones anticlericales", aunque sí que se había apostado por la diferenciación entre Iglesia y Concello.