En "Lo nuestro" (El Segell del Primavera Sound), Christina Rosenvinge habla del paso del tiempo, de la crisis, de la igualdad de género y de la responsabilidad colectiva en un disco en el que la cantante del dúo Álex & Cristina y de proyectos como Christina y Los Subterráneos explora los sonidos electrónicos y sorprende con registros vocales hasta ahora desconocidos. La cantautora de ascendencia danesa actuará en la Sala El Ensanche de Vigo el próximo día 19 (21.00 horas) dentro del ciclo "Escenarios Mahou", que a lo largo de este mes también traerá a la ciudad a Second, La Habitación Roja y Rayden.
- El paso del tiempo es uno de los temas de este disco. ¿Mira hacia atrás con nostalgia
-No. De hecho la nostalgia me parece un sentimiento muy nocivo e inútil. No hay que vivir el tiempo como una pérdida. El tiempo construye mucho más de lo que destruye.
- El de la crisis era un tema casi inevitable, ¿no?
-Es inevitable que todo lo que pasa en el país no influya en los temas que hacemos quienes nos dedicamos a escribir canciones, ya sea de una manera más o menos evidente. Yo he intentado no explicarla, pero sí analizarla desde un punto de vista más moral.
- La desigualdad de género, sin embargo, es uno de sus temas recurrentes...
-Es algo que está detrás de muchas canciones que he escrito desde los noventa. Es inevitable cuando eres una mujer en un mundo tan masculinizado como es el de la música porque tradicionalmente los que componían y producían eran hombres, aunque las que cantaran fueran mujeres. Y aunque se está feminizando, aún queda mucho para llegar a la igualdad.
- ¿Usted ha tenido más dificultades para abrirse camino por ser mujer?
-Es algo complicado de explicar, pero desde tu posición para defender tu propia voz sin interferencias, hasta hacerte valer la cuestión de género está en medio. No se percibe de la misma manera lo que hace un hombre que lo que hace una mujer, y esto en la música ocurre también.
- Hasta este disco no se atrevió con la canción social porque decía que era fácil caer en lo simplón. ¿Qué ha cambiado?
-Escribir temas políticos es muy difícil porque trasladar ese discurso diario que tienes en la mesa familiar a un canción se convierte generalmente en un cliché muy simplista. Siempre tienes que aportar algo nuevo y esto es complicado. En este disco he incluido " Alguien tendrá la culpa", una reflexión sobre la falta de responsabilidad que hemos visto no solo en dirigentes y grandes empresas sino también en instituciones. Y la crisis de credibilidad que ha sufrido la política ha venido de ahí.
- ¿Las letras de las canciones son armas poderosas?
-No sé si una canción puede cambiar algo, pero lo que sí hacen es acompañarte y darte fuerza tanto en los momentos de soledad como en los buenos. La música es algo necesario.
- ¿Cómo va a ser el concierto que ofrecerá en Vigo?
-Tocaré acompañada de la guitarra y dos músicos estupendísimos, Juan Diego Gosálvez y David T. Ginzo, que a su vez tienen la banda TUYA, y que forman parte de esa generación de jóvenes músicos talentosísimos que están entregados a la música a pesar de lo difícil que es para ellos vivir ahora de esto.
- ¿Más difícil que cuando usted empezó?
-Mucho más ahora que hace veinte años y que hace diez. Se ha sumado la crisis con el cambio de formato digital, es decir, con la desaparición del formato físico, que producía una entrada de dinero con el que se pagaban grabaciones y ese tipo de cosas. Los derechos de autor también han disminuido a raíz de la crisis de la SGAE y luego está el IVA. Lo que funciona mal es el engranaje económico, pero hay una generación de músicos de 30 años con un talento y una formación sensacionales. Mucho más que hace años. Y se saldrá adelante, pero me preocupa toda esa gente que está abandonando. Hay una fuga de talentos muy preocupante.
- La bajada del IVA es una buena noticia...
-Era una reivindicación muy importante, sobre todo si pensamos que en todos los países europeos se ha llegado a la conclusión de que gravar la música como un artículo de lujo es un error. Lamentablemente, esta bajada llega tarde porque el IVA ha condenado a mucha gente. Muchos han cerrado y muchas cosas que han desaparecido.
