Gallegos en la guerra de Vietnam o en el campo de concentración de Mauthausen, el fotógrafo de Gardel, la menina de Velázquez o el mago Waldemar son algunos de los personajes reales que pueblan las páginas del nuevo libro del escritor y periodista de FARO Salvador Rodríguez (Bueu, 1963) "Historias de galegos extraordinarios" (Belagua), que se presenta el próximo día 11 de abril en "Librouro" de Vigo: un atractivo viaje por parte de la Historia de la mano de protagonistas de la tierra.
- ¿Cómo surgió la idea de rescatar a estos personajes?
-Creo que es una especie de herencia o "mandato divino" que se remonta a los tiempos en que Xosé Neira Vilas escribía sus "Memorias da Emigración" en FARO DE VIGO, a principios de los 90. Leyendo aquellos artículos quedé asombrado de las peripecias de los gallegos en América. A partir de ahí, yo también quise escribir mis propias historias con nuevos personajes, pero abarcando un espectro más amplio.
- ¿Cómo fue el proceso de selección?
-"Historias de galegos extraordinarios" sigue la pauta de un anterior libro mío, "Memoria de náufragos" y, como aquel, le debo todo a mi profesión periodística y a amigos que, como Neira Vilas, Ismael González o Lois Pérez Leira, me abrieron muchas puertas. Por eso puede decirse que se trata de dos libros que comencé a escribir hace? ¡30 años!. En ambos están las historias y los protagonistas que más me sorprendieron y emocionaron. Otro criterio de selección fue el de incluir a aquellos personajes con los que, directa o indirectamente, tuve mayor contacto, bien fuera personalmente o través de sus familiares, descendientes y amigos, recabando de ellos los testimonios y dándoles la forma de narración netamente periodística. Por último, en algunos casos se trata de reivindicaciones históricas muy personales: Isabel Barreto, la capitana gallega de los Mares del Sur; Frank Fouce, pionero en Hollywood; la Menina de Ponteareas; el inefable Juan Orol; las víctimas gallegas de los campos nazis de exterminio?. gente que debería ser más conocida y ocupar el lugar que se merece en la mismísima Historia de Galicia.
- Ha elegido historias de siglos pasados y más actuales, ¿sigue habiendo gallegos extraordinarios?
-Anxel Vence escribe en el prólogo que decir gallego y decir extraordinario es casi una redundancia, así que por supuesto que los hay, y muchísimos. Y seguro que de la mayoría apenas sabemos nada.
- ¿Se quedaron muchos fuera?
-Unos cuantos, por eso es posible que haya una segunda parte, porque este campo está muy abierto. Sin ir más lejos, el autor de la ilustración de la portada del libro, el vigués Xulio Formoso, que antes era cantautor, también es un gallego extraordinario. Actualmente vive en Venezuela, pero estuvo en Chile en los días previos al golpe de Estado de Pinochet, fue amigo de Víctor Jara; después estuvo en Cuba, en los inicios de la Nueva Trova con Silvio Rodríguez y Pablo Milanés; más tarde, casi le cuesta le vida un concierto que dio en la República Dominicana en los tiempos del dictador Trujillo...
- ¿Son realmente los gallegos gente extraordinaria?
-Como gallego, y parte interesada, mi respuesta a esa pregunta por fuerza tiene que ser subjetiva. Lo que sí es objetivo es que nuestra historia, que se desarrolla dentro y fuera de nuestro país, lo cual de por sí es muy sui géneris, no tienen parangón con la de ningún otro pueblo del mundo.
- ¿Son realmente conocidos estos gallegos que hicieron cosas extraordinarias?
-Famosos, ninguno. Los hay que son desconocidos para el gran público, pero conocidos en ciertos sectores, como el fotógrafo de Gardel o el Mago Waldemar. En otros casos, como el de La Menina de Velázquez, es relativamente reciente que se supiese que había nacido y vivido gran parte de su vida en Ponteareas. Y de otros más, como el del doctor Argimiro García Granado, creo que muy pocos pueden presumir de saber que fue el jefe del equipo sanitario llamado Spanish Medical Mission, que estuvo atendiendo a las víctimas de la guerra de Vietnam en primera línea del frente.
- ¿Por cuál de los gallegos del libro siente especial devoción?
-Hay dos que me emocionaron mucho: el último superviviente del Baleares, Andrés Leonardo Martínez, y uno de los últimos supervivientes del presidido en el lazareto de San Simón, Manuel Barros. Ambos fueron, sin conocerse, enemigos durante la guerra civil, pero seguro que si se hubiesen encontrado se habrían dado un abrazo.
- ¿Qué historia le resultó más sorprendente?
-Sorprender al lector es uno de mis objetivos y, para eso, cada historia tuvo antes que sorprenderme a mí mismo. Aunque puede servir de libro de consulta, para mí "Historias de galegos extraordinarios" es un libro de relatos, con la particularidad de que todo lo que en ellos se cuenta es o fue rigurosamente cierto.
- ¿Qué le aporta la literatura que no pueda ofrecer el periodismo?
-He tenido, y tengo, la gran suerte, de que en FARO DE VIGO me han dejado cultivar los géneros periodísticos que más se aproximan a la literatura: el reportaje, el artículo y, por qué no, también la entrevista. Hay muchas formas de contar unha historia y yo lo que hago es utilizar los géneros periodísticos para contar buenas historias y contarlas lo mejor que puedo. ¿Eso es literatura? No lo sé: cuando escribo me muevo en la frontera entre la literatura y el periodismo.
