Rubén Simeó (Vigo, 1992) solo tiene 24 años, pero en su currículo ya atesora sobresalientes méritos como ser el único concertista de trompeta español que actúa en Japón y desde este fin de semana, el primero también en tocar como solista invitado en el concierto de apertura de la final de la National Trumpet Competition de Estados Unidos, celebrada en Denver (Colorado), por cuyas distintas fases han pasado 10.000 jóvenes trompetistas de 60 estados y seis países. El músico vigués estuvo acompañado sobre el escenario del auditorio de la Metropolitan State University por la Banda de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos. Algo más de mil personas asistieron al concierto.
Simeó que con doce años ya actuó como solista con la Orquesta Sinfónica de la RTVE en el Auditorio Nacional de Madrid dirigido por Adrian Leapper, apenas tuvo dos días para ensayar con la Banda de las Fuerzas Armadas de EE UU, ya que aterrizó en Denver directamente de Bogotá, donde estuvo impartiendo una de sus clases magistrales. Sin embargo, no le costó conquistar al público, que ovacionó su actuación.
"Para mí fue muy especial que me llamaran para actuar en el concierto de apertura de este concurso, que es uno de los más importantes del mundo", reconoce el trompetista, que ha actuado en catorce ocasiones en Japón. Además, este concierto le ha abierto nuevas puertas en Estados Unidos, donde ya tiene cerradas varias actuaciones en distintas ciudades a partir del próximo mes de septiembre.
Simeó compagina los conciertos y master class con las clases de que imparte en el Conservatorio García Matos de Plasencia dos días a la semana. "Tengo un 2017 muy apretado y el 2018 se presenta igual, con muchos viajes, pero tengo que aprovechar ahora, que soy joven y no tengo familia, porque sé que después tendré que bajar el ritmo", explica.
Y es que sus obligaciones profesionales fuera del país le exige pasar mucho tiempo alejado de su familia y de sus amigos, entre aeropuertos, taxis y hoteles. "Sé que ahora me toca viajar, así que cuando estoy en Vigo aprovecho para descansar, pasear y estar con mis amigos", afirma el músico.
Fue su padre, exprofesor de trompeta del Conservatorio Superior de Música de Vigo, quien le transmitió la pasión por la trompeta. También fue su primer profesor. "A él le debo lo que soy", reconoce Simeó, que, considerado uno de los mejores trompetistas clásicos del mundo, actúa regularmente como solista con las orquestas más prestigiosas del mundo.
En sus clases magistrales, Simeó explica a sus alumnos que para ser el mejor hay que tener una buena base y un buen entrenamiento. "Desde que empecé a tocar, con siete años, dedico entre 3 y 4 horas a ensayar", afirma Simeó, que tiene siete discos.
Simeó reconoce que en España la trompeta clásica no tiene la misma fama que en el jazz, aunque matiza que esto está cambiando, por lo que confía en que pronto este instrumento de viento ocupe el lugar que le corresponde dentro de la música clásica, como ya lo tiene en otros países, como Japón, China, Francia y Estados Unidos.
