Las imágenes de un vídeo casero que había grabado su padre en la aldea siendo él pequeño, en el que aparece junto a sus abuelos en la casa familiar, fue el germen de un proyecto que se prolongó durante cinco años y que culminó a finales del año 2015 con la película "Verengo", el primer largometraje de un director novel, el vigués Víctor Hugo Seoane.
El proyecto acompañó al cineasta en su vuelta a Galicia tras haber recorrido Europa formándose en Comunicación audiovisual, Filosofía y Cine. La película encierra una paradoja: cuál es el efecto del paso de los años en un lugar en el que el tiempo parece estar detenido.
"Verengo" se estrenó en diciembre de 2015 en el Festival de Cine Europeo de Sevilla y durante un año y medio fue de festival en festival hasta que cerró esta etapa en el Festival de Ourense. Antes, todavía en preproducción, se exhibió en el Cineuropa en Santiago, junto a los cortos que ya había realizado Seoane, como "Na distancia", que rodó con apoyo de la Xunta de Galicia.
Esta tarde, a las 20.00 horas, la película se proyectará por primera vez en Vigo, en los Multicines Norte, en una única sesión. Manolo Janeiro, quien fuera profesor de Seoane en el colegio Martín Códax de Vigo y al que este curso ha comenzado a sustituir tras su jubilación, será el encargado de presentar la cinta esta tarde. "De repente voy a proyectar la película que sucede en mi lugar de infancia, en los Norte que es el cine de mi infancia porque viví en Vía Norte hasta los nueve años y además, presentada por mi profesor de Imagen de aquella época al que le he cogido el relevo ahora ya no como alumno sino como profesor. Hay ahí una combinación de ciclos interesante", reflexiona Seoane.
Verengo es un pequeño municipio de Parada de Sil, en Ourense, en el que ya solo quedan Avelino Seoane y Josefa Eiró, los abuelos del director y protagonistas de esta cinta que recoge la visión del vigués de esa aldea veinte años después de que su padre grabase aquel vídeo casero. "Ahora ya sé a qué te dedicas', me dijo mi abuelo después de ver la película terminada", rememora.
"Me tocó muchísimo verme de pequeño con mis abuelos y entonces fue cuando mi tía me dijo que me fuese a la aldea a grabar a los abuelos", cuenta Seoane sobre el vídeo casero en VHS, grabado en 1991, con el que comienza el filme. "Me fui allí por primera vez sin una clara intención y al final estuve grabando cinco años a mis abuelos. El proyecto se hizo un poco a sí mismo con mi propio proceso vital porque no encontraba el final y lo vi claro después de ser padre", explica.
Seoane comenzó a dar clases en la escuela O Pelouro de Caldelas de Tui en el proceso de rodaje del filme y este curso se estrenó como profesor de Imagen en el Martín Códax. "Tengo claro que mi próximo proyecto audiovisual va a reflexionar sobre la educación. Trabajar en O Pelouro me hizo pensar mucho y ahora quiero convertir mis clases un poco en taller, para que mis alumnos vayan grabando sus propuestas. Si pienso en cómo era yo respecto a la imagen a su edad, el cambio es brutal. Ahora están muy acostumbrados al lenguaje audiovisual", cuenta.
El director vigués reconoce que la posibilidad de hacer cine en digital le permitió pasar cinco años rodando sin presión de presupuesto y llevar adelante la cinta con lo mínimo, con el apoyo de su tía Isabel Seoane en la producción ejecutiva, junto con el de Jaione Camborda, que le prestó la cámara con la que rodó, e Iván Marcos, además del de Esnatu Cinema.
Y al final, "Verengo" termina así: Cinco anos despois de voltar a casa e de comezar a gravar en Verengo, os netos xa son pais, e os pais, avós.
