¿Y si la memoria de su teléfono móvil contuviera el material para hacer una película? ¿Y si lleva años documentando su vida sin ser consciente de ello? ¿Y si se convierte en el protagonista de su propia narración como actor? Son algunas de las preguntas que se puede hacer quien esté interesado en las nuevas narrativas audiovisuales con el autor como actor protagonista.
"Nuevas percepciones del cine autobiográfico" es el taller práctico que impartirá del 24 al 26 de febrero, en la sede de la Agrupación Cinematográfica Galega en Vigo, el cineasta Andrés Duque, aupado a lo más alto del circuito audiovisual independiente con su primer documental "Iván Z" (2004), en el que retrató al mítico diseñador y cineasta Iván Zulueta, y que ha vuelto a sorprender con su "Oleg y las raras artes" (2016) donde presenta al pianista y compositor ruso Oleg Nikolaevitch Karavaichuk.
"El curso parte del interés que me produce saber qué es el cine hoy en día. Pensando en que tenemos una sociedad más compleja entorno al audiovisual y en el hecho de que cualquier persona es un cineasta potencial. Todos producimos y consumimos imágenes a diario. Parto de una idea experimental y con los participantes en el taller intento recuperar ese aura del cine que tiene que ver con representar algo que se nos escapa. La idea es plasmar sensaciones y cómo nos situamos como artistas dentro del entorno tecnológico audiovisual y cómo nos afectan las nuevas tecnologías. A partir de ahí, viéndonos en el presente, el objetivo es devolvernos a una cierta humanidad muy personal en la que cada uno busca su propio camino", explica Duque antes de destacar que es necesario ser conscientes de cómo consumimos imágenes para, a partir de ahí, saber cómo reaccionamos a ellas.
Andrés Duque es de los que piensan que se puede hacer cine con un smartphone pero, a su vez, considera que se ha perdido "el interés de reflejar con esas imágenes algo que tiene que ver con nuestra cultura"; el venezolano afincado en Barcelona sostiene que "grabamos como turistas". "El cine ya no es algo entendido como un soporte sino como una cultura. Para mí lo interesante es ver cómo esa cultura se representa y cómo nos representamos nosotros dentro de ella", apunta el director.
El curso que ofrecerá en Vigo gracias a la Agrupación Cinematográfica Galega será muy práctico, contemplando la improvisación de los alumnos que todavía pueden anotarse en la web del colectivo cinéfilo. "Yo llevaré una manera de hacer cine y cada uno pondrá en práctica la suya. No son talleres para alumnos pasivos", cuenta Duque. Esta será su primera experiencia formativa en Galicia.
Inevitable será que a Duque le pregunten por la experiencia del rodaje de su última cinta, "Oleg y las raras artes", en la que consiguió adentrarse en la vida de este músico ruso que tocó el piano para Stalin y se ha convertido, a sus 89 años, en una figura controvertida en su país. "Fui allí como un etnógrafo a una cultura totalmente ajena, toqué la puerta de este señor y me pasé tres años convenciéndole para hacer la película. Es un artista de los que ya no se ven, es pura emoción. Yo quería registrar su poesía al piano porque me cautivó", asegura el cineasta que ya trabaja en un nuevo proyecto audiovisual.
