Es muy probable que el nombre del holandés Louis Couperus no diga nada a un buen puñado de lectores en castellano. Y, sin embargo, Couperus (1863-1923) está considerado una de las figuras magnas de la historia de la literatura neerlandesa. Nacido en una familia muy acomodada -su abuelo fue Gobernador general de las Indias orientales holandesas-, Couperus saltó a la fama a los 25 años gracias a su primera novela, 'Eline Vere', un texto en el que demostraba haber digerido con sumo provecho las lecciones de Flaubert y Zola. Después dio a las prensas decenas de novelas psicologistas, de gran éxito entre el público anglosajón, e históricas, más apreciadas por los germanos. En 'Éxtasis' (1892), subtitulada "Un estudio sobre la felicidad", la redención de un personaje torturado mediante la sublimación de la amada será el hálito que impulse un fino y ambiguo estudio sobre las tormentas de las almas. De fondo, como valor añadido, desfila dibujada a trazo fino la sociedad holandesa del fin de siglo.