Leemos para no estar solos pero justamente ese, el de leer, es un placer íntimo, y así lo entiende Steve McCurry que, en homenaje al legendario Andre Kertesz, reúne 62 imágenes de personas en el absorbente acto de meterse en un libro, un periódico o una revista, y lo hace a lo largo de 30 países. Phaidon acaba de editar en España y Latinoamérica "Sobre la lectura", las imágenes de McCurry prologadas por un extenso ensayo del escritor estadounidense Paul Theroux (1941), conocido tanto por sus novelas como por sus libros de viajes, en el que subraya que "la mayor diferencia en el mundo es que hay gente que lee y gente que no lee" y que "la mayoría no lee".

Sin embargo, su compatriota, el fotógrafo de Magnum Steve McCurry (Darby, Pensilvania, 1950), un icono de la fotografía contemporánea desde hace más de 30 años, con docenas de portadas de revistas, una docena de libros y centenares de exposiciones en todo el mundo, ha logrado sorprender a muchos de los que sí leen en el privado momento de la lectura.

Se trata de una colección personal de fotografías realizadas durante cuarenta años de viajes, con las que rinde homenaje no solo al "placer supremo" de la lectura sino a un trabajo similar que el fotógrafo André Kertész, compañero suyo en Magnum, publicó en 1971. Son fotografías en color de personas ausentes, ajenas al objetivo aunque hay dos que miran a la cámara: una escolar de Afganistán que abraza celosa sus libros y un niño en China subido a una estatua que lee.

Los protagonistas son monjes, vendedores ambulantes, el propio Paul Theraux sentado en un bazar de Hot Springs (Arkansas, EE UU), taxistas, perros, escolares, raperos, camareros y clientes, pasajeros de avión... y una mujer tatuada en una calle de Barcelona. Oratorios, aceras, cuevas y parques son espacios en los que la cámara entra sin disturbar, sin pedir permiso, espiando escenas como la de unos niño mutilados a los que adultos sin piernas leen desde su sillas de ruedas.

"La gente dice que lee para aparentar, porque se elogia la lectura y se considera una actividad inteligente y maravillosa y no quiere que nadie les tache de tontos o perezosos. Pero leer exige un esfuerzo mental, capacidad de concentración, una curiosidad y una capacidad de entendimiento vivas y el dominio de la soledad", subraya Theroux.

Leer, dice, es "un asunto serio, pero los lectores casi nunca se aburren o se sienten solos, porque leer es un refugio y una fuente de iluminación. Siempre hay algo luminoso en el rostro de una persona que está leyendo". En su ensayo el escritor hace un recorrido por las lecturas que le han marcado y los libros que le han impresionado.