Los actores gallegos han elegido al veterano Ernesto Chao para que vele por sus derechos como nuevo presidente de la Asociación de Actores e Actrices de Galicia (AAAG). El profesional, que fue uno de los fundadores de la asociación hace más de 30 años y conoce a la perfección cada rincón del teatro, el cine y la televisión que se hacen en Galicia, contará con Mabel Rivera como vicepresidenta e Iria Sobrado, que se mantiene en la secretaría.
-Fue uno de los fundadores de la asociación en 1985, ¿qué necesidades tenían los actores gallegos de entonces?
-La asociación nació poco después de la creación del Centro Dramático Nacional, circunstancia que nos llevó a muchos actores a trasladarnos a Santiago y crear un colectivo para defender nuestros intereses, el primero de ellos que se nos reconociese como tales ya que en esos momentos ninguno podíamos vivir de esto. Al principio era una asociación muy modesta, con unos 30 afiliados, mientras que hoy somos casi 300.
-¿Qué se ha conseguido en estos años?
-Se consiguieron muchas cosas, pero sobre todo un convenio colectivo del audiovisual que nos equiparase a todo el Estado. También logramos un convenio específico para los actores teatrales de Galicia que recoge las condiciones laborales en las compañías privadas y en la institucional, el CDG.
-Y ahora, ¿por qué tienen que luchar los actores?
-Esto es una lucha constante. Con la creación de la ESAD de Galicia (Escola Superior de Arte Dramática) se ha incorporado a la profesión mucha gente que, desgraciadamente, no llegan en el mejor momento: hay más actores que nunca y menos trabajo que nunca. Nos encontramos en un momento vital en el que hay que velar porque se respeten los convenios colectivos. Hay muchos jóvenes dispuestos a aceptar cualquier condición para trabajar y, tras una lucha de 15 años, se están incumpliendo muchos de esos convenios y no podemos permitirlo.
-¿Tenía ganas de afrontar la presidencia?
-La verdad es que no me apetecía nada porque ya llevo muchas batallas encima y éste es un momento muy duro para tomar las riendas de la asociación, pero mis compañeros apelaron a mi sentido del deber... y ahí me pillaron. Pero no estoy solo, sino rodeado de un gran equipo de trece personas de todas las generaciones.
-¿Cuál es el principal objetivo que se impone como presidente?
-Convencer al colectivo, de 20 a 70 años, de que somos un colectivo y de que nuestros intereses, aunque no lo parezca, son los mismos. En la sociedad actual hay mucho individualismo y cada uno vela por lo suyo pero hay que hacer entender a todos que eso es pan para hoy y hambre para mañana.
-¿Cree que se está apoyando lo suficiente el audiovisual gallego?
-Se ruedan bastantes series y, ahora, una coproducción con TVE, pero la verdad es que los presupuestos son tan bajos que se hace todo demasiado deprisa y merma la calidad.
-¿Cómo vienen las nuevas generaciones?
-Vienen mucho mejor preparados que nosotros, pero muchos de ellos buscan la popularidad y no el ser verdaderos actores. Yo les recuerdo que la experiencia es muy necesaria, que tienen que hacer muchas tablas y no tener tanta prisa, que la popularidad es muy engañosa.
-Usted fue muy popular, ¿cómo le tratan ahora?
-A mis 72 años ya no hay muchos papeles para mí, pero sigo trabajando en el teatro y dispuesto a seguir haciéndolo mientras me surjan cosas.
