"Transbordo espacial" es la exposición de obras de Pelayo F. Arrizabalaga que desde mañana hasta el 4 de septiembre permanecerá en la Casa das Artes de Vigo con distintas obras pictóricas que son en realidad partituras gráficas. Unas partituras que, siguiendo el código ideado por este artista, cualquier músico puede interpretar.
Mañana a las ocho de la tarde, el grupo vigués Vertixe Sonora paseará sobre una de las obras de Arrizabalaga, con doce metros de largo y cuatro metros y medio de ancho, interpretándola durante quince minutos. La obra simula unas líneas como las de un plano de metro. Cada uno de los cuatro músicos se moverá mientras toca e improvisará caminando e, incluso, parándose a hacer transbordo en alguna estación. El vídeo de la actuación se podrá ver después en la exposición junto al gran cuadro.
Estaba destinado a fusionar las artes plásticas con la música. Arrizabalaga nació en una familia de músicos y aprendió de oído casi sin darse cuenta. Eligió la carrera de Bellas Artes porque quería pintar, pero con el tiempo, tras conocer la corriente de los pitagóricos -relacionan colores, sonidos, formas o planetas entre sí-, se dio cuenta de que podía dedicarse a ambas disciplinas. "Lo visual es un punto muy importante en la música, cuando dibujo estoy escuchando como si ya estuviera tocando esa partitura", cuenta.
Ideó una solución personal para asignar a cada una de las doce notas de la escala temperada un color distinto. Pero no lo hizo de manera arbitraria. Su código está basado en razonamientos científicos y juega con conceptos de la teoría de la armonía musical y con los de la teoría de las gamas cromáticas de la pintura. Arrizabalaga crea estructuras plásticas que después se convierten en canciones. "Compongo con los colores y después los traduzco a notas y viceversa", afirma. Por ejemplo, la nota 'do' se corresponde con el rosa magenta, en oposición en el círculo cromático está el verde esmeralda, por lo que lo asignó al 'fa sostenido', que supone un contraste total con el 'do' en música.
Pero la colaboración de Arrizabalaga con el ImaxinaSons no termina aquí. Actúa hoy a las ocho y media en el Marco -entradas a tres euros- con FronTTon, el grupo de electroacústica formado junto al cubano Yosvany Quintero (clarinete y saxo) y al polaco Dominik Dolega (multipercusión).
"FronTTon es una nueva visión del lenguaje jazzístico que reúne también aspectos de groove y de la música contemporánea", explica el cántabro, que maneja tres platos como si fuera un teclista. "Es jazz experimental pero contemporáneo", apunta. Esta banda recoge la improvisación intrínseca del jazz y la lleva a un nivel superior.
