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Moda viguesa con ecos internacionales

Rafael Cameselle, uno de los finalistas de la BIAAF de Bilbao, en la que participaron 800 creadores

Rafael Cameselle, en su estudio en Vigo. // Ricardo Grobas

Llegó al mundo de la moda desde los del audiovisual y el diseño gráfico, bagaje que está presente en la forma de trabajar de Rafael J. Cameselle (Vigo, 1982), que acaba de situarse entre los treinta finalistas de la quinta edición del certamen internacional de moda Bilbao International Art and Fashion (BIAAF), al que concurrieron cerca de 800 jóvenes creadores de distintos países, y cuyo primer premio viajó hasta Italia. El diseñador vigués, que se formó en la Escuela de Moda y Diseño Textil de Galicia (Esdemga), no es nuevo en las citas de moda, aunque no se prodiga demasiado en ellas. Participó en la pasarela EGO de la Mercedes-Benz Fashion Week Madrid Otoño-Invierno de 2014 y su colección, "Antígona", obtuvo muy buenas críticas.

"Este tipo de certámenes son interesantes porque son un escaparate para dar a conocer tu trabajo y ampliar tu red de contactos. El problema es que a mí ya me pillan mayor porque hay pocas opciones para los diseñadores que ya hemos cumplido los treinta", asegura. A pesar de ello, no se queja. Apostó por trabajar por su cuenta, sin estar sujeto a ninguna firma, y de momento, el trabajo no le falta. "He tenido mucha suerte", opina.

Sin embargo, esa fortuna está aderezada con mucho tesón. Cameselle dedica muchas horas a un trabajo que de momento desarrolla en solitario y que le gustaría que en un futuro próximo también diera empleo. En estos momentos está diseñando cuatro marcas, tanto de ropa femenina como masculina, y tiene algún proyecto más para hacer microcolecciones, sin renunciar a seguir creando sus propios diseños.

Echa en falta un poco más de apoyo institucional a los jóvenes creadores, cuyo talento, asegura, no se tiene en cuenta. "No se valora el potencial del diseño español", sostiene. Así, la situación es complicada. "El diseñador está mal pagado en las empresas, que como muchas otras, viven de los becarios, y después hay mucha competencia", comenta. Para abrirse camino, el diseñador debe apostar por la calidad y la originalidad. "Todos estamos influenciados por las tendencias porque vivimos en un momento dado y todos bebemos de internet, pero está tu propia experiencia y ser honesto cuando creas", sostiene,

Si algo tiene claro este diseñador es que en el mundo de la moda hay que pisar con seguridad. "Hay que ir con paso firme, siendo muy consciente de la importancia del buen hacer y creo que esto, por ahora, está dando sus resultados. Quiero encontrar mi hueco, ya sea con marcas o con la mía propia", comenta.

Las tres prendas con las que pasó a formar parte de la lista de finalistas de la BIAAF estaban inspiradas en las siluetas de las esculturas de Judith Scott. "Es que es un honor haber sido seleccionado entre alumnos y diseñadores de las mejores escuelas del mundo", afirma.

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