María Vázquez se pone la toga para impartir justicia en clave de humor en "Aguasquentes" la nueva serie de Ficcións Producciones para la TVG cuyos exteriores se ruedan en Cuntis. Antonio Durán "Morris", Miguel de Lira, David Amor, Javier Veiga, Ana Turpin e Isabel Risco completan el elenco principal de esta nueva ficción, que dirigen al alimón Jorge Cassinello ("Códice", "Hospital Real") y Alfonso Zarauza ("La noche que dejó de llover", "Los fenómenos").

-¿Cómo es Ana Ledo, su personaje en "Aguasquentes"?

-Ana es una jueza muy comprometida con su trabajo y que, después de veinte años fuera, decide, por una circunstancia que no voy a desvelar, volver a su pueblo natal. Allí se encontrará con unos personajes muy locos y con una forma muy peculiar de entender la ley y que no se lo van a poner fácil

-¿Cómo prepara sus personajes?

-Depende mucho del personaje, pero sobre todo intento empaparme de las circunstancias de cada uno, averiguar un poco de su mundo y de personas de su mundo que puedan inspirarme. Me gusta estudiarme muy bien los textos, llevarlo todo muy bien preparado para poder improvisar después y dejarme llevar por lo que puedan aportarme mis compañeros. En este sentido, soy muy disciplinada. La verdad es que estoy feliz porque tengo unos compañeros con los que es muy fácil trabajar y con los que disfruto y aprendo mucho.

-¿Y cómo es trabajar a las órdenes de dos directores?

-Bueno, son de hablar mucho entre ellos y tienen muy claro lo que quieren, aunque luego tienen sus personalidades diferentes, pero es una experiencia enriquecedora porque tienes diferentes opiniones y esto a mí me gusta. Con Jorge (Cassinello) ya había trabajado anteriormente; con Alfonso (Zarauza) no aunque hacía tiempo que queríamos trabajar juntos.

-¿Ser la protagonista cambia su forma de afrontar el proyecto?

-La verdad es que tenía ganas de protagonizar una serie, pero también es una responsabilidad muy grande. Yo siempre digo: "A mí dame un secundario bonito". Estoy contenta, claro, pero también me da un poco de respeto.

-Alterna cine, televisión y teatro, pero ¿tiene alguna preferencia?

-Aunque afronto los personajes de una manera parecida, me parecen tres medios muy diferentes. El teatro me gusta porque el tener al público delante es un pulso más concreto de tu trabajo y su continuidad te permite mejorar tu personaje. En cine y televisión, haces una secuencia y si salió mal y no la corriges el mismo día, así se queda. Pero sin duda el que me parece más difícil es la televisión porque requiere mucho más esfuerzo en menos tiempo y tienes que estar pendiente de muchas cosas. Yo por eso admiro a los grandes actores de televisión.

-Cíteme uno.

-Morris. Morris me parece un gran actor de todo. Cuando ves que un actor funciona en televisión obviamente sabes que es un gran actor porque en teatro y en televisión va a tener más tiempo para preparar su papel.

-Antes la visión del actor de televisión era otra...

-Sí, pero yo creo que era un prejuicio absoluto. De hecho, muchos actores que no querían hacer televisión y que acabaron haciéndola porque no le quedó más remedio porque cada vez hay menos cine y del teatro no se puede vivir, ahora son los primeros que te dicen lo difícil que es. No hay que desprestigiar al medio. Simplemente hay proyectos maravillosos y otros no.

-¿A usted qué la anima a aceptar un proyecto?

-Es una sensación cuando lo lees. Creo que tiene que ver más conmigo, con la capacidad que tenga de sacarle provecho al personaje y desde luego, de los compañeros porque son un arma donde puedes apoyarte mucho.

-¿Las audiencias le quitan el sueño?

-Aunque nosotros hacemos nuestro trabajo lo mejor posible y la audiencia no es algo que dependa de nosotros, terminas estando pendiente porque tu futuro también depende de ello. Ahora esperas el dato en el grupo de whatsapp. Y si a las nueve y diez no está ya piensas mal. Creo que el sistema de medición de audiencia está anticuado cuando la gente también sigue las series por internet. Sin embargo, esto no cuenta.