"Todo surgió cuando vi un reportaje en internet sobre un hombre que, tras la tragedia nuclear de Fukushima, se quedó a vivir allí al servicio de los animales abandonados. Me conmovió la noticia y compuse una pieza para piano. Después, más tarde, empecé a preparar este nuevo trabajo discográfico". El compositor vigués Károlis Biveinis recuerda así el punto de partida que lo ha llevado a The last man of Fuhushima, su último disco de música clásica y de banda sonora para audiovisual que el jueves día 23 de junio presentará en el Vitruvia, número 5 de la Plaza Compostela de Vigo, a partir de las nueve de la noche.

Sobre el escenario del local, Károlis Biveinis tocará el piano, acompañado por Luis Caballero, que pondrá las notas en el violonchelo, ofreciendo un recorrido por un disco que lleva de la mano por distintos estados emocionales para conectar con la epopeya particular de Naoto Matsumura. Este japonés dio un cambio a su vida a raíz del accidente de la central nuclear de Fukushima. En un primer momento, decidió huir para, después retornar para quedarse a cuidar a los animales que quedaron abandonados en la ciudad donde se asentaba la central.

Károlis contó, para este disco, con la participación de Luis Caballero en el violonchelo pero también con Pablo Pascual, un músico de Compostela que aportó los sonidos del clarinete bajo. "Me llamaba la atención ese instrumento. Guarda un elemento común con el cello y es que los dos comparten un registro grave y agudo", al igual que el cello, apunta este creador. No obstante, en el directo del día 23 en el Vitruvia estará acompañado solo por Caballero.

El dinamismo es algo que ha buscado Károlis en este álbum y una de las principales muestras es el tema "Mechanical love", "composición que surge como un corto animado imaginario. El carácter dela pieza es algo muy mecánico, rítmico, repetitivo, para enlazar con una segunda parte más lírica y cantabile que ejecuta el cello. Hay un contraste de caracteres. El corto de animación sería sobre el amor que surge entre dos robots", explica el compositor vigués que en el año 2013 fue finalista en Hollywood Music in Media Awards con "Nona".

Este joven lituano, que se quedó en Vigo tras la visita a sus padres que un verano trabajaron en Vigo como profesores mediante un intercambio europeo, está convencido de que hoy por hoy el presente y futuro laboral de los compositores pasa por dedicarse a la creación para obras audiovisuales. Su último trabajo en este campo ha sido para el corto A última moeda, basado en un relato de Fina Casalderrey. Otro trabajo destacado fue su abanda sonoro para Miss Ledya, el primer filme gallego de ficción, de 1906, reestrenado este año en Playdoc.