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Cristina Pato: "En EEUU, colocar una gaita ante una orquesta está del todo aceptado"

La ourensana tocará con la Real Filharmonía de Galicia en Vigo y Santiago en junio

Cristina Pato: "En EEUU, colocar una gaita ante una orquesta está del todo aceptado"

La carrera de la gaiteira gallega Cristina Pato no deja de abrir puertas sorprendentes. El día 10 de junio, se estrena en los cines norteamericanos la película The music of strangers, de Morgan Neville, con la que fue a la Berlinale de este año. Además, en verano, saldrá de gira con Yo-Yo Ma y su Silk Road Ensemble para presentar el nuevo disco en el que también colaboran tres gallegos: Anxo Pintos, Davide Salvado y Roberto Comesaña. Sobre ese trabajo, señala que es "un reto, un sueño personal cumplido". Pato, siempre vivaz, confiesa que "en estos últimos años, hubo cosas que hice con las que ni siquiera había soñado". Para el futuro, pide salud y "seguir haciendo lo que hago. Es muy bonito inventar el camino. Puede ser frustrante pero está en tus manos. Si fallas, siempre aprendes". La próxima semana actúa en Galicia con la Real Filharmonía y la oboísta Esther Viúdez el día 2 en el Auditorio de Galicia en Santiago y el 3 en Vigo en el Teatro Afundación.

-Será su primera colaboración con la Filharmonía, ¿cómo se siente?

-Me hace especial ilusión porque desde que estoy en Estados Unidos he trabajado mucho con orquestas norteamericanas pero, por circunstancias, no coincidió trabajar con gallegas. Además, es una obra de un compositor gallego, que encargué yo a través de una fundación norteamericana para ampliar el repertorio de gaita y orquesta. Es un proyecto que empecé hace tres años pero será la primera vez que llegue a Galicia.

-Ese proyecto del que habla es el Gaita and Orchestra Commissioning Project.

-Sí, la primera vez que toqué en Estados Unidos con una orquesta fue con la Chicago Symphony Orchestra; lo hice hace diez años con obra de un compositor argentino americano que se llama Osvaldo Golijov que se llama Rosa de los Vientos. Durante años, las orquestas me pedían más repertorio. Empecé a buscar ayuda para financiar obras que se encargan a compositores para que escriban. En mi caso, encargué tres obras a Emilio Solla, un compositor argentino de jazz que estrené hace dos años en el Palau de la Música de Barcelona con la Orquestra Simfònica del Vallés y con la Chicago Symphony. La segunda obra que me llegó fue la de Octavio Vázquez, Viúvas de vivos e mortos (que sonará en Galicia la próxima semana con la Filharmonía y Pato); mientras que la tercer la realizó el compositor británico David Bruce.

-¿Qué podría comentar de la obra de Vázquez? ¿Con qué tipo de música se encontrará el público?

-Intento ir saltando de tipos de público, de diferentes modos de trabajar la música sinfónica. El público se va a encontrar un poco de todo en el concierto. A diferencia de otros compositores con los que he trabajado, él tiene muy claro el lenguaje en el que puede hablar la gaita. En el caso de Octavio, todo lo que hace rezuma a Galicia y eso es lo más especial. Viúvas de vivos e mortos es una frase de Rosalía de Castro, tiene un corte dedicado a todas las mujeres, con partes muy dramáticas, otras virtuosas. La historia que cuenta es muy bonita y creo que es apta para todos los públicos.

-¿A qué se puede deber que haya un repertorio limitado para gaita y orquesta?

-Son muchas pequeñas razones que todas sumadas hace que no haya un abanico grande. Hay repertorio para gaita escrita pero mi intención era ampliarlo a un lenguaje diferente. Hay gente en Galicia que está haciendo cosas extraordinarias como Suso Vaamonde, David Bellas. En Estados Unidos, como todos somos inmigrantes, al final colocar una gaita delante de una orquesta, aunque llama la atención está totalmente aceptado.

-Ahora que ha pasado un tiempo, ¿qué poso dejó su paso por la Berlinale?

-Lo de la Berlinale fue muy bonito pero es mejor que dentro de dos semanas esté el documental en los cines de Estados Unidos. Iba caminando por el barrio, el cine está a dos manzanas de la casa y vi el cartel. Para mí, es una experiencia nueva. Nunca había formado parte de una película. Es algo hermosísimo pero también tienes los nervios de hacer algo que nunca hiciste antes. A la Berlinale, llevé a mi familia, porque también es una parte importante del documental. El filme estará este verano en los cines, estará también en el Festival de Cine de Bolonia en junio.

-Como residente en Estados Unidos, ¿cómo vive la campaña? Justo hoy -por ayer- se ha sabido que Trump ha reunido el número de delegados necesarios para asegurarse la candidatura republicana.

-No es una situación tan diferente a la que está pasando en algunos países europeos. ¿Qué quieres que te diga? Trabajo en el Silk Road Project Ensemble, una formación cuya misión es intentar ayudar a la gente a construir puentes entre culturas. Cuando oyes a alguien que habla de construir muros en el siglo XXI, provoca mucho miedo y tristeza. La sociedad dirá. No podemos olvidar que Estados Unidos fue hecho por inmigrantes. Yo no puedo hablar de forma objetiva porque soy una.

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