La belleza del mar, de las playas de la zona de Nigrán y Baiona, los colores infinitos de las flores y la sencillez hermosa de los bodegones son las especialidades de Pilar Arenas. La pintora viguesa inaugura hoy una muestra con una treintena de sus óleos más recientes en la Sala de Exposiciones II de Afundación en Vigo, que podrá visitarse hasta el 28 de mayo (de lunes a sábado de 17.30 a 20.30 horas).

-¿Cuándo comenzó su interés por la pintura?

-Desde muy pequeña me gustaba dibujar; hacía retratos a lápiz y disfrutaba mucho en las clases de dibujo del colegio. Pero luego estudié Medicina, me casé, tuve tres hijos... y durante muchos años me alejé de la pintura. Fue cuando mis hijos crecieron cuando volví a acercarme al caballete y, en estos momentos, es una parte muy valiosa de mi vida.

-Su padre, Mariano Arenas, también se dedicó a la pintura. ¿De qué forma influyó en su estilo?

-La forma de pintar de mi padre era muy particular; realmente él no me enseñó nada. Yo me he fijado en los pintores realistas pero he sido totalmente autodidacta.

-¿Cuál es su proceso a la hora de pintar los paisajes o los bodegones, los pinta del natural?

-Solo alguna vez, pero por lo general prefiero hacer fotos, ya que al natural la luz va cambiando y sería muy complicado. Tomo fotografías de rincones que me agradan, de Playa América, Nigrán, Patos... y luego empiezo a trabajar, sobre todo bien pronto por las mañanas, que es mi momento preferido.

-¿Cómo vive el tiempo de creación de un cuadro?

-Soy bastante exigente con los detalles e insisto mucho hasta que consigo lo que busco. Lo más satisfactorio es cuando empiezas a ver el resultado y te gusta. A veces me cuesta desprenderme de algunos cuadros, pero es muy bonito ver que tu trabajo gusta a los demás.

-¿Cómo espera que reciba el público su trabajo?

-Las imágenes que elijo son siempre bellas; espero que a la gente le agraden, que cuando miren los cuadros se sientan bien.