Aunque las catedrales fueron concebidas en primera instancia como lugares de culto, su valor arquitectónico y el patrimonio que han atesorado durante siglos de historia hacen que los fieles no sean sus únicos visitantes. Muchos turistas aprovechan sus escapadas a un lugar para realizar una inmersión en el arte que contienen sus iglesias, y si en numerosos puntos de España lo habitual, en el caso de las catedrales al menos, es que tengan que pasar por caja para hacerlo, en Galicia era, hasta ahora, una costumbre casi inédita. Solo la catedral de Santa María de Tui, en la diócesis Tui-Vigo, había apostado por cobrar entrada a los visitantes culturales como contribución a sus ingresos. Hasta ahora.

Porque ayer mismo la catedral de Ourense empezó a emular a la de Tui, aunque a su manera, e incluso ha apostado por la misma empresa, la granadina artiSplendore, que lleva templos como el de Ávila, Burgos o Salamanca, para gestionar la experiencia. Los turistas que quieran disfrutar del patrimonio tras sus paredes deben sacar antes la cartera y abonar 5 euros, aunque aparte de descuentos hay excepciones, como los menores de 12 años o personas con discapacidad. También exonerará de pasar por taquilla el pertenecer a la diócesis de Ourense, DNI mediante. Y quienes tendrán siempre la puerta abierta y sin portazgo son los que acudan al templo para orar, como ocurre también en Tui.

Así lo explica el deán de la catedral de Ourense, José Pérez, quien proclama que "la catedral está abierta para quien quiera ir a orar; tiene el templo a su disposición". Quienes tendrán que ofrecer una contrapartida monetaria son los turistas, que recibirán una audioguía para acompañarlos. El deán lo justifica con tres argumentos. Primero, por la atención. Hasta ahora las visitas turísticas estaban "mal atendidas", por lo que la prioridad es "darle una buena acogida a la gente y mostrarles lo bueno que tenemos". El segundo tiene que ver con la conservación del inmueble: "mantener un edificio abierto todo el día cuesta dinero y es una ayuda que viene muy bien para tener el edificio limpio, ordenado e iluminado". Y el tercero, como una labor "pedagógica", para concienciar del valor del templo.

Jesús Sánchez, coordinador de proyectos de artiSplendore, coincide con el diagnóstico, aunque reconoce que en Galicia, desde donde su empresa ya ha recibido otras consultas sobre su forma de trabajar, "es muy difícil dar el paso" y cobrar entrada porque la catedral de Santiago, "de referencia", no lo hace al disponer de otras fuentes de ingresos. Frente a ello, opone que la entrega de una cantidad para acceder a los bienes patrimoniales del recinto "ayuda a dignificarlo". "Porque cuando no se paga no se valora", alega. Además, ese dinero, dice, contribuye a que los templos mantengan su patrimonio.

El deán de la catedral de Tui, José Diéguez, aporta motivos en la misma línea: lo primero es el valor cultural, y así recalca que la entrada es libre para quienes desean acceder a la capilla del Sagrario, pero los que acuden por el valor cultural de la seo, en visita turística, "tienen que ayudar a sostener" el monumento.

Mientras, en las diócesis de Lugo y de Mondoñedo-Ferrol, el cobrar entrada a la basílica por ahora no está sobre la mesa, aunque entre su patrimonio se hallan las catedrales de Lugo y de Mondoñedo, nombradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco a la par que los Caminos del Norte de Santiago. Así lo señalan sus respectivos delegados de Patrimonio, César Carneiro y Félix Villares. En los dos lugares se cobra por el acceso a la zona museística, pero no a la basílica, si bien en Lugo el museo está en obras y no es visitable ahora.

"La catedral de Lugo tiene culto las 24 horas porque el Santísimo está expuesto día y noche. Es un lugar de continua entrada y salida y lo de cobrar no se plantea", explica Carneiro, aunque concede que se estudia ofrecer un servicio de audioguías (que sí se cobrarían) para que los turistas tengan una experiencia "más satisfactoria" y el establecer circuitos para que "no interfieran" con los cultos, dado que desde que el templo fue reconocido por la Unesco se ha elevado el flujo de visitantes. Por su parte Villares apunta que el acceso al templo en Mondoñedo es gratuito, aunque los visitantes pueden dejar donativos. La situación, reconoce, puede cambiar en el futuro, pero de momento no se contempla y van aguantando con los fondos de la catedral y con donativos.