ALBA CHAO | VIGO

El 29 de marzo de 1971 arrancaba el rodaje de una de las películas inmortales de la cinematografía mundial. Poco menos de un año después, el 15 de marzo de 1972, las salas de cine proyectaban por primera vez "El Padrino". Sentado en su despacho, Don Vito Corleone, atendía las peticiones de venganza de Amerigo Bonasera mientras se celebraba la boda de su hija, Connie Corleone. Hoy, casi 44 años después, la primera escena de la cinta forma parte de la historia del cine.

Con Francis Ford Coppola a la dirección, "El Padrino" se ha proclamado como una de las producciones más aclamadas de todos los tiempos. Basada en la novela homónima de Mario Puzo, la película sumerge al espectador en una guerra entre las familias mafiosas que dominaban Nueva York en los años 40. Una película sobre la mafia ¿en la que no se pronuncia la palabra mafia? Así es. El capo neoyorquino Joe Colombo insistió en ver el guión, pero, sin conseguir leerlo hasta el final, puso solo una condición para no interferir en el rodaje: que no se utilizase la palabra "mafia". El productor de la cinta Albert S. Ruddy no puso mayor problema en eliminarla ya que tan solo se mencionaba una vez.

Marlon Brando fue, contra todo pronóstico, el encargado de dar vida a Don Vito. Su fama de carácter complicado le puso en contra a los productores. Robert Redford, Ryan O´Neal, Warren Beatty, Dustin Hoffman, Martin Sheen o Jack Nicholson sonaron para el papel, pero Coppola estaba decidido a que fuese Brando quien encarnase al Padrino. Así que se comprometió a cumplir tres condiciones. Brandon trabajaría por el sueldo mínimo, el propio Coppola se haría cargo de los gastos de un hipotético retraso en el rodaje y el actor accedería a pasar una prueba a cámara.

Y así sucedió. Marlon Brando se metió en la piel de Vito Corleone. Él mismo diseño su imagen, engominó su pelo, rellenó sus mofletes con pañuelos y clavó la prueba. Ante su talento la Paramount no pudo decir que no.

La improvisación de Brando llenó de matices la película. El momento en el que Don Vito juega con su nieto antes de morir surgió de modo espontáneo. De este mismo modo, el gato que lo acompaña en la primera escena de la cinta fue encontrado por el actor deambulando por los estudios y decidió que lo acompañase, aunque la idea no figuraba en el guión.

Pero ese gato no es el animal con más protagonismo de El Padrino, sino un caballo, concretamente su cabeza. Tras desafiar a la familia y negarse a cumplir sus exigencias, el director de cine Jack Woltz -interpretado por John Maley- se encuentra la cabeza de su purasangre en su cama, sin duda una de las escenas más populares de la cinta. Lo que no todos saben, y que el propio actor desconocía hasta el mismo momento de rodar la escena, es que se trataba de una cabeza de caballo real que recogieron en una fábrica de comida para perros.

Jack Woltz encuentra la cabeza de caballo en su cama.

Este tipo de secuencias, cargadas de realismo y cuidadas en detalle, son las que han contribuido a que "El Padrino" se convirtiese en leyenda del cine. Una de estas escenas fue precisamente la más cara de rodar, la muerte de Sonny en el peaje. James Caan llevaba encima más de 147 ampollas de sangre y el coste fue de 100.000 dolares, una cantidad insignificante teniendo en cuenta que en su primer fin de semana en las salas estadounidenses "El Padrino" recaudó 30 millones de dólares y más de 110 millones a nivel internacional a lo largo de su historia.

Muerte de Sonny.

Otros simbolismos como la presencia de naranjas como augurio de muerte o interpretaciones sublimes como las de Al Pacino en el papel de Michael Corleone son imprescindibles en la cinta. Pero si algo identifica a "El Padrino" es el sonido. Y sí, nos referimos a la banda sonora compuesta por Nino Rota, pero también a la voz española de Vito Corleone, la de Francisco Sánchez.

Dicen que algo se hace todavía más grande cuando perdura en el tiempo y cuando le surgen imitadores. En el caso de "El Padrino" se cumplen ambas. Podrían escogerse muchos guiños a la mítica película, pero uno de los más peculiares es el que puedes ver en Los Simpsons. Springfield se convierte en el escenario de una guerra entre mafias y el hijo de Tony "El Gordo", Michael, debe tomar las riendas de la familia y recuperar el lugar que le corresponde, al más puro estilo "El Padrino".

Salir en la mítica serie animada es todo un reconocimiento, pero los tres Premios Oscar - Mejor Película, Mejor Actor y Mejor Guión Adaptado- no dejan duda de la calidad de una cinta. Su guión incluso está considerado el segundo mejor de la historia del cine por el Sindicato de Guionistas de América, solo superado por "Casablanca".

Si has llegado hasta aquí solo queda hacerte una oferta que no podrás rechazar y pedirte que revises este clásico, triunfará como lo lleva haciendo más de cuatro décadas.