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Vallvey: "La Historia habla de mujeres cuyo poder creció como amantes de poderosos"

"Corinna precipitó la abdicación del rey Juan Carlos", asegura la escritora

"La historia se entretejió muchas veces entre sábanas reales o de las gentes del poder, cuyas relaciones sentimentales repercuten de un modo u otro, en mayor o menor medida, en la población. Y en la historia hubo algunas mujeres espléndidas, famosas por el poder que lograron acumular, casi siempre después de convertirse en amantes de hombres importantes".

Esa fue una de las afirmaciones en las que ayer basó en el Club FARO su charla, en formato de entrevista, la escritora Ángela Vallvey., premio Nadal y Julio Camba. Presentada por la periodista de TVG Iria Lagarón, "Amantes poderosas de la historia" fue el título de una convocatoria que llenó el auditorio Areal vigués, título también del libro suyo de reciente aparición en La Esfera de los Libros. "Yo investigué y recreé para el libro -dijo Vallvey- la vida de 26 mujeres -desde Teodora de Bizancio o Cleopatra a Camila Parker y Corinna- que son la crema y nata de un estilo de mujer que consigue poder por estar al lado, en la cama con todo lo que significa más allá de lo físico, de hombres de poder ".

La escritora matizó que han sido grandes amantes pero que no se quedaron en la pura carnalidad de la relación sino que por su nada ordinaria personalidad han conseguido el favor del poder de esos hombres que las quieren o admiran en una relación paralela a la matrimonial. "El adulterio como plataforma para escalar socialmente" según palabras de Vallvey, aunque sin que por ello afirmara que esa era la razón por la que se movían estas amantes para aceptar tal papel amatorio.

La presentadora, Lagarón, le preguntó si no creía que sus lectores iban a empezar el libro por el final, dedicado a Corinna, la amante del rey Juan Carlos. "Conste que es una mujer fascinante, a la altura de las otras de la historia que selecciono. Juan Carlos I de Borbón, de cuyas amantes y negocios nada se dijo jamás -a la manera de un rey "del despotismo ilustrado y no de una democracia parlamentaria"-, consigue en Corinna algo más que un escarceo o una relación al margen de sus funciones". A tal punto, que según cuenta la autora, el monarca la llega a defender como una relación estable y duradera en una cena con sus dos hijas.

Corinna, saber estar

Una mujer culta, con saber estar y temple para moverse entre diplomáticos y empresarios. Ese es el punto de partida de un retrato tipo que se ha hecho de Corinna zu Sayn-Wittgenstein y que Ángela Vallvey intenta desbrozar. Un retrato que elogia sus virtudes pero crítico y nada indulgente con otros aspectos de esta mujer que se convirtió en "amiga entrañable del Rey".

El Rey abdicó a raíz de todo el proceso catalizado por su viaje a una cacería de elefantes organizado por ella y de la publicación de su relación. "Sin ella-dijo-, a lo mejor el Rey seguiría reinando en vez del actual, y eso es un ejemplo más de cómo revierten a veces estas relaciones extraoficiales de los que mandan en los mandados".

La actual reina de Inglaterra, una mujer que a Vallvey le parece inequívocamente extraordinaria, es otro caso de cómo las relaciones sentimentales pueden cambiar el destino previsto de un país. "Podría no haber reinado nunca si su hermano Eduardo VIII no se enamora de la señora Simpson y abdica a los pocos meses de ser rey cuando le impioden casarse con ella. Todo lo que la reina Isabel tiene de fuerte lo tenía él de débil", dijo Vallvey.

Otro ejemplo, lo que ocurrió a la princesa Blanca de Navarra con Enrique IV de Castilla, el heredero al trono que al final cedió a su hermana Isabel la Católica. "Un ser de extrema timidez y una severa incapacidad para relacionarse con las mujeres, consiguió zafarse del matrimonio al aducir que éste no se había consumado por "impotencia recíproca", lo que dejaba sin dote y sin estatus de casada a Blanca de Navarra. Con seguridad era homosexual, lo que era intolerable en aquel tiempo entre otras cosas porque tenía que dar un heredero al trono. En teoría fue el padre de Juana, ala que sus adversarios llamaban la "Beltraneja" al adjudicarle otro padre".

Lola Montes, cuyo verdadero nombre era Elizabeth Rosanna Gilbert, fue una bailarina y actriz nacida en Irlanda que se hizo célebre como bailarina exótica, cortesana y amante de Luis I de Baviera, fue otra de las elegidas. "El rey le dio un título de condesa ganándose la animadversión de la alta sociedad bávara y precipitando la abdicación del mismo".

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