Con toda la amabilidad posible, a ratos disfrazada de radicalidad, Bourboulon desintegra a una pareja mientras se separan. Hay tiempo para la realización plana, para el costumbrismo, para un niño con mofletes riquísimos y para una canción de David Bowie que sirva de enlace con la gran comedia familiar de USA por mucho que quiera acercarse a "Relatos salvajes". "Papá o mamá" se enfanga en modelos difíciles de imitar y acaba, se ve venir, en desgracia. Se le agradece el esfuerzo de protagonistas a Laurent Laffite y a Marina Fois aunque, a base de gestos, jamás consigan lo que se proponen. Ellos y la extraña sensación de que lo mejor se encuentra en su último tercio, algo raro en un filme de este tipo, hacen que "Papá o mamá" importe un poco menos que poco.