Como si se tratase del programa televisivo "Gran Hermano", un comerciante de Redondela lleva desde el pasado viernes encerrado en su tienda de churros y golosinas rodeado de cámaras, con emisión en directo a través de una página web, para protestar por un "error" bancario por el que ha tenido que pagar más de 1.000 euros.

"Me siento frustrado e indefenso ante la prepotencia con la que actúan los bancos, por eso decidí esta forma de protesta y no desistiré hasta que me devuelvan mi dinero o, al menos, me llamen para buscar una solución", afirma José Manuel Otero, desde el interior de su negocio, convertido los últimos días también en su hogar. En el pequeño local, de unos 50 metros cuadrados, el afectado pasa las horas entretenido con los mensajes de apoyo que le llegan a través de su blog (http://www.justin.tv/canaleldorado), en el que los cibernautas pueden observar todos sus movimientos y comentarios durante las 24 horas.

El problema -según explica el afectado- se originó el pasado mes de octubre por la venta de una freidora eléctrica a través de una empresa vallisoletana que actuó de intermediaria. José Manuel acordó vender la máquina por 3.000 euros, que fueron ingresados en su cuenta. Sin embargo, dos meses más tarde, la entidad bancaria le retiró 1.000 euros sin previo aviso y sin su consentimiento, al ser reclamados por la compañía que realizó la operación de compraventa. Además, unos días después le llegaron dos cargos en concepto de intereses por un descubierto en su cuenta de 50 y 100 euros. "Fui a protestar a la oficina del banco en Pontevedra y me dieron la razón, puesto que no se puede operar en una cuenta privada sin el consentimiento de su titular, pero al tratarse de una sucursal de Valladolid no me devuelven el dinero", lamenta.

Cientos de visitas

Ante la actitud de la entidad bancaria, José Manuel decidió iniciar esta curiosa protesta. "Es una forma de dar a conocer a todo el mundo la prepotencia con la que actúan los bancos, y al mismo tiempo demostrarles que los ciudadanos, por pequeños e insignificantes que seamos para ellos, también tenemos nuestros derechos", puntualiza. Hasta el momento no le ha salido mal la iniciativa, puesto que desde el pasado viernes su web ha recibido 1.220 visitas.

José Manuel, que durante la protesta se alimenta a base de gominolas y duerme sobre una manta en el suelo, asegura que no tiene intención de abandonar su encierro mientras las fuerzas le respondan. "Según pasan los días la situación es más dura, pero soy muy tozudo y estaré aquí el tiempo que haga falta, hasta que se resuelva el problema", concluye.