Eva González / A Guarda

El hermanamiento entre las poblaciones de A Guarda y Santo Domingo de Guzmán, capital de la República Dominicana, tuvo ayer su soporte histórico en la documentada conferencia impartida por el historiador Joaquín Miguel Villa Álvarez sobre la emigración guardesa en el país americano.

El relevante papel desempeñado por los emigrantes guardeses ha tenido reconocimientos diversos, uno de ellos la imposición del nombre de "La Guardia" a una calle de Santo Domingo. En justa correspondencia, desde ayer una plaza y una calle guardesas ostentan el nombre de Santo Domingo de Guzmán.

El alcalde de Santo Domingo, Roberto Salcedo Gavilán, y el de A Guarda, José Luis Alonso Riego, presidieron este acto con el que se inició el programa de actos oficiales previstos ayer. Buena parte de su desarrollo tuvo como escenario el Centro Cultural, donde se muestra una colección de fotografías realizadas por José Luis Lomba Álvarez, la mayoría correspondientes a la estancia de la representación guardesa en el primer acto de hermanamiento celebrado el 11 de noviembre de 2005 en Santo Domingo.

Parte de esas instantáneas ilustran el libro "Memoria del hermanamiento entre Santo Domingo y A Guarda", en el que figuran fotografías de otros autores que integraron esa expedición. El texto, presentado ayer, es obra de Joaquín Miguel Villa Álvarez, al igual que el estudio titulado "La emigración guardesa a la República Dominicana (siglos XIX y XX)" que se publicó en Santo Domingo el pasado año y que también se presentó oficialmente en el acto.

Villa Álvarez aporta en el amplio trabajo expuesto al público una visión documentada en la que se confirma la importancia de los emigrantes guardeses en la vida económica, social y cultural de la capital dominicana en los últimos treinta años, con la creación del Centro Gallego "Noso Lar" y la constitución definitiva de la Sociedad Benéfica Pro-Emigrantes Españoles.

Destaca el historiador como aspectos fundamentales de la naturaleza de ese aporte socioeconómico el desempeño de la misma ocupación: el comercio y la llegada de los guardeses por medio de cadenas migratorias familiares y también desde Puerto Rico. Joaquín y Prudencio de Vicente Vicente, fueron de los primeros en establecerse entre los años 1861 y 1865. Citó el espectacular éxito empresarial de los hermanos Baquero Alonso en 1928, naturales de San Juan de Tabagón y de Camilo Carrero Lorenzo y Benjamín Portela Álvarez, de Camposancos y de Salcidos.