Una cría de corzo se perdió ayer en Baiona. Abandonó su hábitat natural por unas horas y acabó desorientada en las rocas próximas al Rompeolas. Vecinos que pasaban por la zona la observaron saltando entre las peñas y alertaron a la Policía Local. Dos agentes se desplazaron al lugar y avisaron al Servizo de Emerxencias 112, que envió a un equipo del GES Val Miñor. Dos agentes municipales y dos bomberos lograron rescatarla ilesa y la devolvieron al monte en el entorno de la Virgen de la Roca.

La captura no fue fácil. Los cuatro efectivos tuvieron que acorrarlar al animal, que se agazapó en un hueco entre el muro de contención que separa la carretera de A Guarda de la ribera. Allí lo agarraron por las patas y tuvieron que trasladarlo en peso unos cien metros hasta el vial mientras se revolvía, ante la expectación de varios curiosos. Una vez en el monte, el cervatillo salió corriendo a toda velocidad.